Escándalo

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Explica nuestro real diccionario de la lengua que “escándalo” es, entre otras cosas, la acción o palabra que incita a obrar o pensar mal del prójimo. También significa “desvergüenza” y “mal ejemplo”, e incluso “asombro” o “pasmo”. Y añade la etimología que la palabra viene del griego y quiere decir, literalmente, “la piedra en que se tropieza”.
“Bienaventurados los perseguidos…”, decíamos en el número anterior de alandar, hablando de cristianos y cristianas que sufren en sociedades hostiles. En éste –llegamos al escándalo– tenemos que volver a denunciar que también dentro de la Iglesia hay enconadas persecuciones a cristianos por su fe. Porque de escándalo –cualquiera de las acepciones antes citadas vale para el caso– hay que tildar lo que está ocurriendo con José Antonio Pagola por causa del Jesús de Nazaret en el que cree.

Las piedras en las que ha tropezado Pagola desde que publicó su libro han sido muchas: nota descalificatoria de la Conferencia Episcopal, conato de retirada de la obra, presiones para prohibir su venta pese la revisión y al nihil obstat del obispo de San Sebastián, vetos a participar en encuentros y jornadas, intentos de impedir la publicación de otros libros… Pero el Jesús, ajeno a todo esto, se sigue vendiendo. Y, sobre todo, se sigue leyendo. Así que le han puesto otra piedra más: molestos o envidiosos con su éxito, los inquisidores españoles apelaron a sus mayores de Roma y el Santo Oficio ha abierto un proceso contra el libro y su autor.

El proceso será largo y secreto, con lo que el afectado apenas sabrá lo que está pasando y no se podrá defender. No importa. Ocurra lo que ocurra, podemos aventurar ya un resultado: gracias al libro de José Antonio, miles de lectores han conocido a Jesús con una mirada más humana y más auténtica, se han sentido atraídos por él. El Jesús de Pagola llega a la gente, conecta con ella, provoca cambios, ayuda a creer y a vivir. Evangeliza, en suma. Ésta es la razón de que vaya ya por la décima edición en castellano y se pueda leer también, de momento, en otros seis idiomas.

Ocurra lo que ocurra, el Jesús ya no es sólo de Pagola, sino de todos y todas, cristianos y no cristianos. Pero le queda la razón, aunque el tiempo tarde en dársela. Y le queda Jesús de Nazaret que, entre condenadores y condenados, está siempre de parte de éstos últimos. Alandar, también. Gracias, José Antonio.

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