“ÁGORA”. España, 2009. Duración: 126 minutos. Director: Alejandro Amenábar. Guión: Alejandro Amenábar y Mateo Gil. Fotografía: Xavi Giménez. Música: Dario Marianelli. Intérpretes: Rachel Weisz (Hypatia), Max Minghella (Davo), Oscar Isaac (Orestes), Ashraf Barhom (Amonio), Sami Samir (Cirilo), Rupert Evans (Sinesio).
Con el escenario de la ciudad de Alejandría y su legendaria biblioteca como telón de fondo, Alejandro Amenábar realiza una película que recuerda a las superproducciones norteamericanas. Rodada en la isla de Malta, utiliza grandes decorados y reduce al máximo el uso de recursos digitales, lo que la convierte en una de las películas más caras del cine español. En torno a la figura de Hypatia, una brillante astrónoma, filósofa y matemática de la antigüedad, la película nos muestra varias historias.
Una de ellas tiene que ver con la propia protagonista. Hypatia, una mujer en un mundo masculino, crea un espacio de tolerancia, espíritu crítico y sabiduría propiciado por el entorno en que enseña: la famosa Biblioteca. Una mujer casada con la ciencia que lucha contra los convencionalismos de la época. Una mujer que se siente libre y eso la hace ser admirada, pero también temida, porque escapa al control de los poderosos en un momento de cambio como el que vive el Imperio Romano en el siglo IV.
Otra de las lecturas que admite el filme es el desarrollo científico. La Biblioteca reunía centenares de miles de rollos donde se recogía la mayor parte del saber de la época. Las teorías de filósofos y astrónomos nos muestran un mundo alejado de supersticiones y dogmas. Todo era debatido y cuestionado. El debate sobre si la centralidad del universo está en la Tierra o en el Sol, los instrumentos y mediciones utilizadas, la geometría simbólica del círculo y la elipse están muy bien representados a lo largo de toda la película. Como expresa el propio Aménabar: “ Si se hubiera conservado todo el conocimiento destruido en Alejandría hoy en día ya habríamos llegado a Marte ”.
Finalmente, hay otra historia en esta película, el conflicto ciencia y fe. La lucha de tres religiones por conseguir el control: los paganos, los judíos y los cristianos. Una lucha a muerte donde todo vale para mantener el poder espiritual y el temporal (político). Resulta paradójico que sea la ciencia la que aporte más mensajes de esperanza. Hypatia recuerda a sus alumnos que “es más lo que nos une que lo que nos separa”; mientras que el fundamentalismo religioso se adueña de la situación. La facción más extremista de los cristianos, los llamados “parabolanos”, masacran, destruyen e incendian todo lo que encuentran a su paso, al grito de “Dios está con nosotros”. En este punto, Amenábar, utiliza un recurso cinematográfico, el plano cenital, para borrar toda humanidad y mostrar a las personas como insectos.
La película pretende ser un reflejo de nuestra época actual. Una época de cambio, de desconcierto, donde la violencia se utiliza para imponer las ideas.