Entrevista a Alicia Medina, directora del documental La Puerta Azul, sobre las historias que ocurren tras la puerta del Centro de Internamiento de Extranjeros de Zapadores en Valencia.

Alicia Medina, en un momento de la entrevista. FOTO JOSE LUIS JIMÉNEZ
¿Cómo surge la idea de La Puerta Azul?
En 2013 fundamos, en Valencia, la productora Diodo Media entre Marina San Juan, Javi Rumí y yo. Y, aunque nos dedicábamos a hacer todo tipo de proyectos audiovisuales, siempre sentí una preocupación por los CIE desde mi época de estudiante de periodismo. No podía entender cómo existían unos centros así y que no hubiera ninguna producción audiovisual que lo denunciase.
¿Cuál ha sido el recorrido del documental?
Empezamos a rodar en 2014, acabamos en 2015 y en marzo de ese año estrenamos el tráiler, lo que nos permitió llevar el documental a seis festivales hasta diciembre de ese año, en Barcelona, Bilbao o Madrid, entre otras. A partir de ese momento iniciamos las proyecciones y los estrenos, que nos ha llevado a proyectarlo en más de 60 salas, principalmente en España, pero también en Colombia y en Perú. A nivel televisivo lo compró TV3 y lo emitió en la televisión catalana y también lo ha comprado À (la nueva radiotelevisión valenciana) y se podrá ver cuando esta televisión comience a emitir. Del mismo modo está disponible en Youtube para que cualquiera pueda acceder a él.
Háblanos de los puntos fuertes del documental.
Creo que el documental llegó en el momento adecuado, porque fue en esos instantes cuando se empezó a escuchar más en contra de los CIE a nivel estatal. Y lo mejor es que quisimos recoger las opiniones tanto de los que quieren el cierre de los centros, como de aquellos que prefieren continuar con su uso. Lo que hizo aumentar su valor periodístico. El objetivo que nos planteamos al rodar el documental es que nadie pueda decir que no conocía la realidad de los Centros de Internamiento de Extranjeros. Estés a favor o estés en contra, seas consciente de lo que hay en tu ciudad, en este caso en Zapadores, Valencia y actúes en consecuencia con ello.
¿Qué fue lo que más te impactó al enfrentarte a la realidad de los CIE?
Para mí fue la doble realidad, hablar una semana con un chico que vive en Valencia, que se va a casar, que directamente lo cogieron en la calle y lo llevaron a Barajas para deportarlo. Que te enseñe fotos y entrar en esa intimidad con esta persona que te abre su realidad. Y luego, igual, la semana siguiente entrevistar a un diputado del PP y que te nieguen esa realidad, que haya redadas racistas o malos tratos en los CIE. Es el choque entre la realidad que yo veía y la realidad de despacho que me intentaban vender.
¿Qué hace que un migrante entre en un CIE?
El proceso legal no es sencillo de explicar y en el documental queda mejor explicado con una animación, pero si una persona se encuentra en España en situación irregular, lo que popularmente se conoce como “no tener papeles”, la policía le requiere la documentación que no tiene y se abre un proceso de expulsión del país que le lleva ante el juez, que es quien confirma el proceso de expulsión; la persona queda libre, pero si otro policía vuelve a requerir su documentación, al tener abierto un proceso de expulsión, es llevado a un juez que lo puede enviar a un CIE para asegurar que se produzca dicha expulsión. Un ejemplo de esto puede ser una persona que lleva 30 años trabajando en España, pero que pierde su trabajo en el momento en el que tiene que renovar papeles y no te los renuevan si no tienes trabajo y de ahí puedes terminar en un CIE con la vida completamente rota.
¿Cómo podremos acabar con los CIE?
Se llevan procesos a nivel individual por parte de los detenidos en un CIE y sus abogados para denunciar su situación. Pero creo que la solución pasa por la presión social: hasta que al ministro del Interior, de quien dependen los CIE, no le dé vergüenza salir a la calle sabiendo que existen estos centros poca cosa va a cambiar. Que el cierre de los CIE esté en la agenda de los movimientos y de los partidos.