Según las entidades sociales, sólo en Cataluña, al menos 18.000 personas viven en la calle o vivirían en ella si no fuera que una entidad o una administración les ofrece un espacio cubierto donde pernoctar. ¿Cómo no pasar de largo e intentar una salida? Es lo que se planteó un día Antoni Milian i Massana. Catedrático de Derecho Administrativo de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), pensó en buscar respuesta desde su ámbito profesional. Fue el germen de la proposición de ley de medidas transitorias y urgentes para hacer frente y erradicar el sinhogarismo, actualmente en tramitación parlamentaria.

Pregunta.- ¿Cómo nació la proposición?
Respuesta.- Yo conocía el mundo de las personas que viven en la calle porque había colaborado con la Comunidad San Egidio. Años después, viendo en la televisión unas imágenes impactantes de personas sin hogar, me planteé que tal vez desde mi ámbito profesional, el Derecho, se podría hacer algo para mejorar su vida.
Tras elaborar una lista de necesidades que consideraba que una norma podría solucionar o al menos mitigar, me puse en contacto con algunos profesores o investigadores de la Universidad de Barcelona (Vicenç Aguado, Raquel Prado, Almudena González) y de la Autónoma (Lídia Pitarch) que también conocían el ámbito de los derechos sociales o algunos aspectos que yo pensaba que se tenían que regular, como el empadronamiento, y con algunas entidades del sector: Fundación San Juan de Dios- servicios sociales, Arrels Fundación y la Comunidad San Egidio; más tarde se unieron Cáritas Cataluña y Assis centro de acogida. Con este equipo, redactamos este texto legal para hacer frente y erradicar el sinhogarismo.
P.- ¿Cómo ha sido el proceso?
R.- La elaboración ha sido larga, de unos tres años, que cuidé, coordiné e impulsé redactando contenidos que luego discutíamos; nos tomamos tiempo porque queríamos llegar a un texto bien hecho. El propio texto es extenso porque buscábamos una ley integral, que contemplara todos los aspectos de un problema tan complejo. Empezamos por plantearnos si realmente estaba justificado hacer una ley nueva, o se deberían modificar leyes sectoriales; nos pareció que eran necesarias algunas medidas que no tienen cabida en las que ya existen. También valoramos si es necesaria una ley. Hacía un año o dos que las entidades habían preparado una estrategia de abordaje del sinhogarismo que habían elaborado bajo los auspicios de la Generalitat, pero quedó en un cajón. Además, vimos que era un documento ejecutivo, de gestión, de manera que vimos que una ley tenía sentido. Además, la estrategia trataba todo tipo de sinhogarismo.
Nosotros queríamos tratar situaciones que tienen un vacío legal, el sinhogarismo más crónico, la gente que vive en la calle, o que viviría en la calle si una entidad o una administración no pusiera recursos. Estas personas, que aproximadamente corresponden a las categorías operacionales 1, 2, 3, 4 y 7 de la clasificación ETHOS, no tienen protección legal específica y queríamos proporcionársela. Con esta intención nace esta proposición de ley, que tiene un amplio respaldo, tanto de muchas entidades sociales, como de colegios profesionales: el Col·legi Oficial de Metges de Barcelona (CoMB) –salud y sinhogarismo están muy relacionadas: las personas que viven en la calle tienen de esperanza de vida entre 15 y 30 años menos que la media-, o el Col·legi de l’Advocacia de Barcelona i el Consell de l’Advocacia Catalana, entre otros.
P.- Algunas medidas relevantes…
R.- Una muy importante es que reconoce el derecho a un espacio residencial digno. Eso significa que cualquier persona que está en la calle no por voluntad propia, si se aprueba esta ley, tiene derecho a un espacio digno. No garantiza una vivienda, sí un espacio digno, con una previsión y unos planes que se regulan para tender a que las formas que en cada momento adopte este espacio habitacional digno se vaya acercando cada vez más a lo que es una vivienda, o acabe siendo vivienda de inserción.
Las administraciones han de procurar lugares de refugio para estas personas, con previsión
Junto a ello, servicios que parecen menores, pero muy importantes, como es ducha, consigna, lavandería, un título de transporte, porque a veces tienen que ir a ducharse a un sitio, a comer a otro…; en caso de episodios climáticos extremos –de frío o de calor- las administraciones han de procurar lugares de refugio para estas personas, con previsión, porque no puede ser que no sepan si al día siguiente tendrán adónde ir.
Otra medida, que también puede parecer menor, pero que va en el sentido de respetar la dignidad de las personas, es tener en cuenta el derecho a una despedida digna, cuando mueran. Proponemos que exista la obligación de dejar al menos media hora gratuita de sala de velatorio y media hora de oratorio. Las entidades ya promueven iniciativas para despedir dignamente a las personas, pero cuando se apruebe esta ley será un derecho garantizado.
En otro aspecto, el texto reconoce a las entidades que se ocupan de las personas sin hogar que estén legitimadas para defender los derechos y los intereses legítimos colectivos de estas personas ante los tribunales, y recuerda que pueden ejercer la representación legal, porque eso les ayudaría en los trámites.
Estas son algunas de las medidas que propone el texto. Existe un resumen del contenido de la proposición en catalán.
P.- En la jornada de difusión de la proposición dijo que esta presenta el espacio residencial digno como nueva categoría jurídica.
R.- El espacio residencial digno es efectivamente una figura jurídica nueva. Se reconoce y garantiza el derecho a la prestación de este servicio. Pongo el acento en que se trata de un derecho. Como recordó Salvador Maneu, director de Sant Joan de Déu Serveis Socials de Barcelona, si se aprueba esta ley, cambiamos el paradigma del tratamiento del sinhogarismo: pasamos de la mera actividad de asistencia social a una perspectiva de derechos. Como nos dijo el presidente del CoMB, Jaume Pedrós, “esta es una ley de dignidad”. Tenemos que pasar de la beneficencia a los derechos y a la dignidad de las personas.
P.- ¿Qué plazos se establecen para su ejecución?
R.- Para el espacio residencial digno, proponemos dos años a partir de que se apruebe y sea ley, aunque, como otros puntos, podría variar durante la tramitación parlamentaria; a partir de ahí todas las personas que se encuentren en esta situación tendrán ese derecho al espacio residencial digno garantizado como derecho subjetivo. Eso significa –esto es capital- que, si la administración correspondiente no presta este servicio a una persona que lo necesita, se podrá reclamar ante los tribunales.
P.- Esta es una ley catalana ¿Hay legislación similar en otros lugares?
R.- No que sepamos, y hemos investigado. Existen leyes que tratan el sinhogarismo en Gales, Escocia e Inglaterra, pero la perspectiva es diferente, no con esta visión integral. También por eso es importante que se apruebe, porque posiblemente habría réplicas. De hecho, FEANTSA (la Federación Europea de Organizaciones Nacionales que trabajan con las Personas sin Hogar) se hizo eco cuando supieron que entraba en el Parlament. Sabemos que en las Islas Baleares se han interesado por esta iniciativa. Esta proposición es pionera, pero el valor no es que sea pionera, sino que se apruebe para favorecer a las personas sin hogar y que se aproveche en otros lugares donde tienen esta problemática.
P.- ¿En qué momento se encuentra la tramitación?
R.- La proposición entró en el Parlament a finales de enero de 2022. Una vez admitida por la Mesa, llegó al Pleno, donde fue aprobada con el voto favorable de todos los grupos parlamentarios, excepto Vox. De ahí pasó a la comisión de derechos sociales, donde se encuentra en la fase de audiencias. Los grupos proponen y escuchan a personas expertas o entidades que por su actividad conocen la problemática para conocer su opinión. A continuación, vendrá la fase de enmiendas al articulado y, si se logra acuerdo, quedaría aprobada como ley.
P.- ¿Qué esperanzas tienen? Tanto de que se apruebe como de que se aplique.
R.- Nosotros estamos esperanzados en que se aprobará, pero hay varias incertezas. Teníamos como retos: uno, que entrara en el Parlament; otro, que se apruebe, y el tercero, que se aplique. El primero ya está conseguido y estamos contentos. El segundo, yo creo que está encaminado. Lo que nos preocupa es que se demore excesivamente en la fase actual. Entiendo que quieran informarse, pero creo que tendrían que acelerar el ritmo de las audiencias y entrar en la de enmiendas para mejorar el texto, porque, si siguen al ritmo y la periodicidad actual, el trámite duraría todavía más de un año.
Nosotros hemos elaborado y promovido este texto para que estas personas puedan salir de esta situación, pero la lógica del mercado sin correctivos hace que cada vez caiga más gente en este pozo. El modelo actual crea cada vez más desigualdad, cuando debería ser al contrario. La sociedad se debería tomar esto muy seriamente.
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