España condecora, Francia denuncia

La Asociación de Cristianos por la Abolición de la Tortura (ACAT) de Francia llevan los casos de Naama Asfari, un saharaui casado con una francesa y que cumple una condena a 30 años en Salé (Marruecos), y de Adil Lamtalsi, un franco-marroquí que ahora reside en Francia. Ambos aseguran haber sido torturados en los locales de la Dirección de Supervisión del Territorio (DST), la policía antiterrorista marroquí, pero que hace a la vez de policía política. Los abogados de ACAT se querellaron contra Abdelatif Hamouchi, director general de la DST, en línea con testimonios que recogió, durante su última visita a Marruecos, Juan Méndez, relator de la ONU sobre la tortura. Sin embargo, el secretario de Estado de Seguridad español, Francisco Martínez Vázquez, impuso el miércoles la Cruz honorífica al Mérito Policial a Hamouchi y a dos de sus colaboradores en la DST. Lo hizo en «reconocimiento al papel de Marruecos en materia de paz y seguridad en el mundo» al que Hamouchi ha contribuido.

El Mundo

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