Los cambios nunca son fáciles. Y cuanto más grandes son, probablemente son más difíciles. Y más todavía cuando se trata de cambiar algo que lleva más de 30 años funcionando. Llevábamos años dándole vueltas en alandar a la necesidad de un cambio y el proceso se ha hecho esperar. Sin embargo, aquí tienes entre tus manos, por fin, los frutos de todo ese trabajo que empezó tímidamente con una serie de encuestas a nuestros lectores y lectoras.
Talleres internos, reuniones del consejo de redacción, horas de conversaciones telefónicas y toneladas de e-mails han sido necesarios para llevar a cabo esto que es una realidad: la nueva imagen de alandar. Hemos trabajado todo ese tiempo desde la premisa de que no podíamos dar la espalda a nuestras raíces: queremos tener una publicación que sea fiel a nuestro público. A tantos cientos de personas que nos leéis en papel cada mes y que después nos compartís, nos prestáis, nos fotocopiáis o nos dejáis en alguna ermita perdida para que alguien nos coja. No podíamos abandonar el papel sino que teníamos que cuidarlo y ponerlo en el centro.
No podíamos abandonar el papel sino que teníamos que cuidarlo y ponerlo en el centro
Por eso, lo primero que acometimos fue el rediseño de la maquetación, contando con la ayuda de varios profesionales del diseño que –a partir de las ideas de base que les proporcionamos– nos presentaron sus propuestas para que las valoráramos. Fue el gran momento de “reinventar” alandar, de verlo por primera vez con otro rostro y de sentir emoción en el estómago con cada propuesta que llegaba… ¡todas nos gustaban!
Un diseño de ultramar
Pero poco a poco fuimos decidiendo y valorando qué encajaba mejor con la revista, con nuestras raíces, pero al mismo tiempo con el cambio radical que estábamos demandando. Fue así como escogimos la maqueta que nos presentó Diego Areso, uno de los especialistas en diseño periodístico más reconocidos de nuestro país.
Los objetivos estaban claros. Por un lado había que modernizar y limpiar la imagen de la revista, adaptarla a los nuevos tiempos sin que perdiera su identidad. Otro de los puntos clave era mejorar la legibilidad de los textos, ya que muchas veces nuestros lectores y lectoras nos habían llamado la atención por los tamaños de letra demasiado pequeños o columnas que dificultaban la lectura. Habíamos intentado ponerle remedio en los últimos números, introduciendo mejoras considerables, pero era necesario un cambio radical en este sentido.
Hemos querido incrementar el ritmo de las secciones, dar más aire a nuestras páginas y crear aperturas y diseños con impacto
Por otro lado, nuestra revista resultaba demasiado abigarrada, con pocos blancos y pocos espacios para la reflexión, cuando nuestros artículos si quieren invitar a algo es, precisamente, a reflexionar. Para ello Diego nos propuso incrementar el ritmo de las secciones, dar más aire a nuestras páginas y crear aperturas y diseños con impacto.
Nueva portada, nuevas secciones
Con estas premisas se puso manos a la obra para ofrecer como resultado lo que hoy sale a la luz. Desde la portada ya se aprecian los cambios. Presentamos una propuesta más gráfica y con menos texto: con un gran titular para destacar el tema del mes, aquel que trataremos con mayor profundidad en el interior. Junto a esto, el texto se reserva para el editorial, que adquiere color y más importancia para reflejar la opinión del equipo de la revista. Aquello que cada mes nos ha preocupado más y sobre lo que creemos necesario pronunciarnos. Por último, los temas secundarios pasan de estar abajo a mostrarse en un balcón superior para ganar presencia. Así, si alguien ve nuestra revista doblada o en una estantería entre otras muchas publicaciones, sabrá de un solo vistazo de qué cuestiones hablamos en nuestras páginas.
Al abrir la revista, otro cambio: encontramos primero ese tema que tratamos en mayor profundidad, sobre el que queremos ofrecer una perspectiva amplia y detallada. En esta ocasión, los encuentros de jóvenes y su aportación real a la vivencia personal de la fe. El lugar donde en próximos números trataremos temas sociales y eclesiales con la profundidad que merecen.
Tras esta amplia perspectiva, dos páginas dedicadas a la opinión. Un espacio para lo que nos transmiten nuestros lectores y lectoras a través de cartas, pero también en las redes sociales o en los comentarios de la web. Un espacio para las viñetas y para un artículo de opinión en profundidad, ese que cada mes nos trae el punto de vista de una firma para hacernos reflexionar.
Y en el cuerpo de la revista, las secciones de siempre pero repensadas y recreadas. Ya no tenía sentido hablar solo de “Iglesia”, porque vemos que la fe atraviesa las fronteras de la parroquia y de la diócesis para manifestarse de otras muchas maneras. Por eso elegimos para esta sección el nombre de “Creyente”, para plasmar que es desde ese enfoque desde el que escribimos. Dentro de la Iglesia católica pero también en diálogo con otras Iglesias cristianas, con confesiones religiosas distintas, con vivencias de la espiritualidad que no se adscriben a una u otra “etiqueta”. Una visión amplia de la dimensión religiosa del ser humano.
Y en el cuerpo de la revista, las secciones de siempre pero repensadas y recreadas
Pasando las páginas encontrarás, tras ella, la sección “Decir haciendo”, que podría equivaler a nuestros antiguos “Movimientos sociales”, pero desde un impulso claro a la acción, a la transformación, a la puesta en práctica de la justicia social. Sabiendo que una de nuestras subsecciones más valoradas es “Rescatar personas”, aquella en la que contamos proyectos concretos y cercanos, ponemos el acento en aquellas personas o colectivos que no se llenan de grandes palabras sino que, con sus propuestas, ejercen una acción transformadora real.
Después encontramos una nueva sección que hemos querido titular “Denuncia profética”, para sustituir a la antigua “Norte-Sur”. Este era uno de los cambios que veíamos más claramente necesarios, porque ya no tiene sentido referirse a este mundo en términos de Norte y de Sur, porque ya hay muchos “sures” en el “norte” y también “nortes” en el “sur”, porque la desigualdad afecta a todos los puntos cardinales por igual y es uno de los problemas más graves del mundo en que vivimos. Así, en esta sección denunciaremos las situaciones de injusticia que sufren personas en todos los rincones del planeta y también las posibles soluciones que pueden plantear para aliviar ese sufrimiento.
Llegando al final queríamos dejar un espacio para la cultura, una inquietud que ya teníamos desde hace tiempo y que en los últimos números se había plasmado en una pequeña sección bajo el título de “Cultura e ideas”. Ahora cambia de nombre y pasa a ser “Signos de los tiempos”, para mostrar de qué manera todas esas canciones, películas, libros y productos de la creatividad nos ayudan a ver en la cultura real esos signos de una nueva época.
Por último mantenemos esa mirada “Desde otro prisma” con humor y una visión siempre aguda y crítica de nuestra penúltima página. Y en la contraportada, como siempre también –aunque ahora con un nuevo tratamiento gráfico diferenciado del resto de la revista–, entrevistas en profundidad a mujeres y hombres que tienen algo que decir, cuyas palabras y vidas nos interpelan. Se completa así la nueva estructura de la revista que mantiene, sin embargo a todas las personas que colaboran en las distintas subsecciones y columnas.
Revisar nuestra marca
Para completar el nuevo diseño parecía necesaria una nueva cabecera y un nuevo logotipo de la revista. Diego nos presentó varias propuestas pero finalmente nos quedamos con la que ves, radicalmente distinta a todas las cabeceras que alandar había tenido anteriormente. Es elegante y transmite modernidad, pero sin estridencias. Los trazos de su letra pueden usarse a gran tamaño en portada sin que el logo resulte pesado. Junto a ella –y bien grande– el número de la revista (¡321, ya!) un detalle que busca representar el valor de una publicación asentada y sólida.
De avance lento pero seguro nuestra tortuga nos ha acompañado durante décadas
Pero el logo de nuestra revista no es solamente la cabecera. ¿Qué hacer con la tortuga? Un símbolo tan asociado a alandar, tan vinculado a nuestra personalidad, de avance lento pero seguro nuestra Lentilla, que nos ha acompañado durante décadas y que, además, es la figura que otorgamos como galardón cada año en la ceremonia de premios de la revista. Seguiremos usando las versiones anteriores de la tortuga, pero necesitábamos un rediseño que simplificara el personaje creado por nuestra buena amiga Pilar Barbazán, recientemente fallecida.
Finalmente se nos ocurrió pedirle una Lentilla actualizada a uno de nuestros colaboradores habituales: Rogelio Núñez, “pARTido”, quien aceptó gustoso el reto. La propuesta era simplificar las formas de nuestra mascota, darle un aire más moderno a modo de logotipo que, además, pudiéramos usar en las redes sociales de manera sencilla.
El milagro del color
Lo que terminó de hacer posible la nueva imagen de alandar tal y como la estás viendo fue, ciertamente, una casualidad. Llevábamos mucho tiempo pidiendo presupuestos a nuestra imprenta y a otras para ver la manera de abaratar costes y, al mismo tiempo, introducir una nueva tinta que nos permitiera añadir un toque de color a nuestras páginas.
Diego Areso nos había propuesto desde el principio utilizar un azul cian para algunos elementos de estructura de la revista, así como en destacados y titulares. Aquel color se nos había quedado grabado en la retina: un azul puro que transmitía serenidad y limpieza, pero también rigor informativo y seriedad. Pero era muy caro imprimir a dos tintas, no nos lo podíamos permitir.
Le dimos muchas vueltas y casi lo habíamos descartado cuando la casualidad de un suscriptor en los premios alandar del pasado junio obró el milagro. “Mi primo tiene una imprenta especializada en periódicos”, nos dijo, “tal vez podría pasaros un presupuesto porque he oído que estáis intentando ahorrar”. La respuesta fue un sí escéptico. Seguro que no nos podría mejorar el presupuesto como no lo había podido hacer ninguna otra imprenta.
Aun así conocimos a Luciano Monedero y su empresa de artes gráficas Alaurco, que llegó con una propuesta inusitada: imprimir en rotativa, como los grandes periódicos. Siempre nos habían dicho que para poder imprimir en rotativa la tirada tenía que ser enorme, de decenas de miles de ejemplares. No estaba a nuestro alcance. Sin embargo la [imprenta de Luciano nos ofrecía la posibilidad de acceder a rotativa con nuestra pequeña tirada y, así, de imprimir no solo con ese azul soñado que se sumaba a nuestro blanco y negro, sino a todo color. Cuatro tintas que nos abrían nuevas posibilidades.
En cuanto al papel, la opción ética estaba clara: 100% reciclado
El único sacrificio que nos exigía el hecho de imprimir en rotativa era el reducir la calidad del papel, lo que quienes entienden llaman “el gramaje”. Bajar de un papel offset de 75 g/m2 a un papel prensa de 55 g/m2 100% reciclado era una decisión arriesgada, se iba a notar mucho. Había una opción intermedia de un papel con un papel certificado PEFC sello aparentemente ecológico impulsado por la industria papelera, que cuenta con mucha menos fiabilidad que el certificado FSC. Este papel era más blanco, pero con la contrapartida de que en él se habían utilizado más químicos como blanqueantes. La opción ética estaba clara: 100% reciclado aunque fuese de menor gramaje y aparentase una calidad mas baja. Aún así quisimos hacer una primera prueba en el número de septiembre para ver qué tal resultaba y… ¡la cosa no fue mal! Así que decidimos seguir adelante con la rotativa y lanzarnos a imprimir a todo color.
Todos esos son los ingredientes y algunos de los nombres propios que han hecho posible el cambio de piel de nuestra revista. Esperamos que os guste, que la disfrutéis pero, sobre todo, esperamos vuestras reacciones y opiniones. Por favor no dejes de decirnos si algo no te gusta o si te parece que hemos cometido algún error, que hay algo que se pueda mejorar. Para todos los miembros del equipo los lectores y lectoras de la revista son lo más importante –y no son meras palabras vacías–, tú formas parte de la familia de alandar y queremos tenerte muy presente. ¡Gracias por acompañarnos en esta nueva aventura!
Lentilla 2.0
http://partido.marianistas.org
Rogelio Nuñez “pARTido” nos regaló una tortuga fácilmente identificable con su predecesora, lenta pero segura, que va también a la carrera con la urgencia de llevar su mensaje. Más estilizada, con líneas claras y limpias. También con menos caparazón, avanzando más a pecho descubierto, erguida, combativa, empujando la realidad. Entre sus manos cobra protagonismo la revista, que aparece en el centro y más grande en su mano derecha, mientras que la izquierda se levanta para llamar a nuestra puerta e interpelar a nuestra conciencia. A su alrededor un círculo, símbolo de la comunidad que la rodea.
Los toques finales: una ligera línea de pestañas, para remarcar su feminidad, además de una leve sonrisa porque nuestra lucha quiere ser siempre positiva y alegre. ¡Ya tenemos nueva tortuga con distintas versiones para usarla tanto de mascota como de logo!
Diego Areso @quintatinta
www.diegoareso.com
Al autor de nuestro nuevo diseño original tenemos que agradecerle especialmente su compromiso con esta modesta publicación al desarrollar todos estos cambios de manera altruista. En su mochila está el haber sido el autor del rediseño de la revista Tiempo y de publicaciones como S Moda, el diario Público o la imagen gráfica de revistas como MAN o incluso PlayStation.
Actualmente trabaja en México, centrado en el rediseño de las revistas del grupo Condé Nast. Pero la distancia no fue un obstáculo para poder plasmar tantos sueños y tantas propuestas, aunque sí fue necesario un poco de paciencia –otra de las cosas que, sin duda, le tenemos que agradecer a Diego.
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