Los no-papables

pag13_bestiario1_web.pngYa se ha hablado mucho del nuevo papa, desconocido antes del cónclave e irreconocible desde que le eligieron. Por eso hemos querido dedicar este espacio al resto de seres humanos (y cardenales) que no han tenido ninguna opción de ser elegidos: los no-papables (o papables en diferido, sabe usted, como una especie de lo que viene siendo una nomina-ción simulada…).

Nombre científico: Los piólogos del Vaticano han proscrito varias especies: homo sapiens, homo heterodoxus, homo homo y todos los subtipos de fémina muliéribus.
El resto, salvo algún caso, aún están en proceso de proscripción.

Hábitat: Se les puede ver en casi cualquier sitio (salvo en la capilla sixtina durante los cónclaves). A los más comprometidos se les puede encontrar en cualquier sitio donde se les necesite. Si mezclan Evangelio con ayuda social o lucha por los necesitados son jubilados, prohibidos o excomulgados inmediatamente por los prelatus principatus.

Origen: Los no-papables provienen de todo el mundo. Hasta hace no mucho casi cualquier no-italiano era automáticamente no-papable pero, desde la globalización y la apertura de Eurovisión a países pequeños, el origen no es tan determinante (aunque el voto entre vecinos sigue pesando mucho y los que no participan en dicho festival lo tienen mucho más difícil).

Características: Se incluye como no-papables a especies muy diversas, ya que ni la diversidad ni la diversión ayudan a llegar muy alto en la Iglesia. Es un hecho papable que muchos de ellos causan desagrado en los ejemplares de prelatus prelatus al exponer sus posturas y, en Cuaresma, con su sola presencia.

Subtipos. Entre los sub-tipos de no-papables se encuentran:

  Los tartamudos (Paparam paparapam). Ya que molestarían mucho a los “cacardenales” y al “colegio cacardenalicio” cada vez que se dirigiesen a ellos. Y no podrían hablar nunca de la “Barcaca de Pedro”.

  Los españoles (Arribaes papañam o Papa natas). Desde siempre se les han dado mal los idiomas y hoy en día es muy importante el don de lenguas para viajar y bendecir “Twitter et Orbe”. Sin embargo, son la elección idónea si se quiere un papa que no dimita nunca o que esté dispuesto a abandonar a la Iglesia antes que tener que dejar el cargo.

  Los que no saben latín (Ignoris supinum): alguien puso el ordenador del Santo Pontífice en ese idioma y no hay dios (con perdón) que sepa cómo demonios (sin perdón) se cambia.

  Los pobres (Papa upérrimos): porque “heredarán la tierra”, no “la tiara”, como erróneamente se ha traducido en algunas ocasiones.

  Los “cardenales de hierro” (Papa uférricos). Cada dos por tres (seis) se le atribuye este sobrenombre a algún cardenal. Sin embargo, cada vez parecen menos adecuados para el puesto, ya que el hierro es un material demasiado vulgar e impropio del Pescador.

  Los santos padres (Santus papas): en efecto, tener hijos dificulta mucho la elección, por muy santo que sea uno.

  Las mujeres (Santus santas): porque la única utilidad que las ven algunos en la curia es que podrían barrer la Iglesia, algo que, por otra parte, no creen que haga falta en absoluto.

  Los mancos (Dele papantos): se espera que el papa tenga mucha mano izquierda hacia dentro y mucha mano derecha hacia fuera. Si le faltase una de las dos podría destapar escándalos íntimos o sucumbir al relativismo y al folklore andaluz.

  Los claustrofóbicos (Papa abiertos). Un buen papa se tiene que acercar a los claustros de los conventos sin miedo. Sin embargo no debería tener tal vocación de clarausura que le pueda hacer acabar sus días entre rejas.

  Los jóvenes (Papavus insolentius). Entiéndase como tales los que aún no han pasado la adolescencia cardenalicia, proceso que ocurre a los 70 y en el cual les empiezan a aparecer pelos donde no tenían antes, casi siempre en la lengua (ya que desde entonces tienen más miedo a hablar con franqueza) y en las orejas (lo cual dificulta mucho que escuchen los gritos de los tiempos).

  Los no ordenados (Laicus vulgaris): pues se trata de que se ponga orden en el Vaticano, que ya bastante revuelto anda todo por allí.

  Los papas eméritos (Beneditos beneméritos). Bastante caliente dejan la silla de Pedro tras sus renuncias. Además hay mucha competencia como para dejarles repetir.

  José Antonio Pagola (Papa gola). Aunque al final la Congregación para la Doctrina de la Fe de Roma ha resuelto a favor en la causa abierta por su libro Jesús. Una aproximación histórica, al determinar que “no contiene ninguna proposición contraria a la fe” (y muy a pesar de ciertos obispos patrios y de otros vendedores de mecheros), la noticia se conoció cuando ya todos los periódicos habían identificado a los papables y las casas de apuestas ya habían cerrado con clave a los posibles candidatos.
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NOTA: Si el sucesor de Benedicto XVI fuese él mismo o fuese tartamudo, español, pobre, padre, mujer, manco, joven, claustrofóbico, desordenado, no supiese latín o, incluso peor, tuviese todas estas características a la vez, acaba usted de entender el rigor y la seriedad con que se elabora este bestiario.

A pesar de ello, fuentes oficiales de la Santa Sede han declarado que en este número del bestiario “todo es falso salvo alguna cosa”.

Entrevista a un no-papable

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P: Enhorabuena por la no-nominación.

R: Gracias, la verdad es que me lo esperaba. Me alegro de que los cardenales no me hayan elegido.

P: ¿Qué hubiera pasado si el Espíritu Santo se hubiese fijado en ti?

R: Que el derecho canónico se lo habría impedido.

P: Sí, es curioso, para ser una elección del Espíritu Santo siempre sale quien quieren los cardenales.

R: No siga usted por ahí, que pasará a ser no-papable.

P: Muchas gracias por la breve entrevista, seguro que como nuevo no-papa está usted muy liado.

Modernísimo equipo de bomberos del cónclave preparado para evitar cualquier riesgo de incendio en la quema de votos y facturas.

Estas mujeres, conscientes de su condición de no-papables, hacen méritos para llegar a ser papables. Nótese que van de blanco, sus vestimentas son extravagantes y manejan con soltura el papamóvil.

Cardenales progresistas españoles camino del cónclave. Han confirmado a alandar que, si alguno fuera elegido papa, escogería el nombre de Godofredo I.

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