El pasado 29 de mayo se celebró en Madrid el II Encuentro Por la Paz y la Convivencia en Euskal Herria, organizado por la Parroquia San Carlos Borromeo. El acto, que en un principio se iba a celebrar en el Congreso de los Diputados, se tuvo que trasladar al Auditorio Marcelino Camacho de CCOO debido a las protestas realizadas, entre otros, por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Dignidad y Justicia, PP, PSOE, UPyD y UPN. Estas entidades solicitaron la revocación de la autorización para el encuentro bajo la acusación de que en el primer encuentro entre víctimas de ETA y de los GAL, celebrado en la parroquia en abril del año pasado, Josean Fernández justificó el atentado de Hipercor y vejó al almirante Carrero Blanco, asesinado por ETA. Esta acusación fue desmentida por la Organización del encuentro y por varios de sus participantes. Fernández es expreso de ETA, ha cumplido una condena de más de 22 años de cárcel y participó en el encuentro.
El en el II Encuentro participaron, entre otras personas, Karmen Galdeano, hija de Xabier Galdeano, fundador del diario Egin y asesinado por los GAL; Axun Lasa, hermana de Joxean Lasa, asesinado por los GAL; Rosa Rodero, viuda del ertzaina Joseba Goikoetxea, asesinado por ETA; Luis Otero, ex coronel del ejército y fundador de la Unión Militar Democrática; Àngels Barceló, periodista y moderadora del encuentro y Javier Baeza, párroco de San Carlos Borromeo de Madrid.
Con motivo de este encuentro, Lucía Carrero, nieta del almirante Carrero Blanco, escribió una carta en la que lamentaba no poder asistir pero en la que afirmaba creer en el diálogo como “herramienta para la paz” y en la paz “como herramienta indispensable para la vida”. Carrero añadió su deseo de que no se intente mantener viva la sombra del terrorismo “para seguir enfrentando a los pueblos o para tratar de ganar unas elecciones”.