Estimada directora y equipo de alandar:
Llevo tiempo queriendo escribir esta carta pero lo he ido dejando pensando que, quizá, el problema al que me voy a referir se podía solucionar por sí solo, pero no solo no ha sido así sino que, pienso yo, poco a poco se ha ido acrecentado y esto puede deberse a que la revista es mensual, sólo tiene veinticuatro páginas, grandes -eso sí- y cada vez hay más cosas de las que hablar y escribir.
¿Cuál es el problema? El problema es que la gran mayoría de vosotras y vosotros sois muy jóvenes y gran parte de los que leemos y estamos suscritos a alandar ya somos un poco entraditos y entraditas en años. Los años nos van llenando de experiencia, además de llenarnos de otras cosas que no voy ahora a señalar, pero también nos van limitando algunos de los sentidos, especialmente el de la vista y el oído. El oído, en el caso de los medios de comunicación, tiene fácil arreglo: se sube el volumen y problema solucionado (problema pasado a los vecinos). Pero en el caso de la prensa escrita, como alandar, cuando utilizáis -y cada vez lo hacéis con más frecuencia- un tipo de letra muy pequeño dificulta mucho la lectura tan interesante que ofrecéis continuamente.
Vengo observando esto cada vez más pero en el número último de febrero, es casi todo el número el que adolece de este gran problema y tengo que deciros que me ha costado mucho leerlo. Me imagino que éste no es sólo un problema mío, por eso me atrevo a escribiros. Pensar en los que os leemos. Queremos seguir haciéndolo y por mucho tiempo, pero no nos lo pongáis muy difícil, por favor.