Sobre el acto de Tarragona

Como cristiana, una vez más me siento avergonzada de la que debería ser la Iglesia de todos, la de Jesús de Nazaret. Muy al contrario, en esa otra, la que celebra actos como la beatificación del pasado octubre, es en la no encuentro cabida. ¡Claro que siento indignación ante actitudes como esta, propias de aquellos tiempos de esplendor en los que el nacionalcatolicismo determinaba la moral que debía imperar en la sociedad! Sociedad atemorizada por las barbaries cometidas por unos y otros; hechos que fijaron nuestra historia y que jamás debieron suceder. La jerarquía eclesiástica, una vez más, en su hoja de ruta, se empeña en recordar a la ciudadanía a viva voz, que hubo vencedores y vencidos, eso sí que es reconocido por la sociedad como “Memoria histórica”, claro que nos encontramos ante una “Memoria selectiva” como consecuencia de unos intereses muy determinados sobradamente conocidos.

Vuestra denuncia, a la que me uno, lamentablemente caerá en saco roto, pues, una vez más, llueve sobre mojado. Estarás conmigo en que el sueño de los cristianos es que algún día la jerarquía eclesiástica, en un acto de responsabilidad y sentido ético y moral, se desprenda de tantos dogmatismos trasnochados, de consecuencias nefastas, que les permita aproximarse a una realidad social, de la que se encuentran a mucha distancia, estableciéndose un diálogo con movimientos sociales comprometidos en la construcción de una sociedad más justa, de la que surja un Hombre Nuevo.

Como digo, esto no deja de ser un sueño, un cambio de actitudes. Exige una modificación de conciencia; llegar a este punto en estos momentos en los que se recuperan viejas tradiciones católicas como, por ejemplo, la celebración de la santa misa en latín, recordándonos a todos aquella época preconciliar, a la que no deseamos volver. La vida y la historia son como las mareas: una veces avanzan y otras retroceden. Quisiera pensar que estas leyes naturales, en este caso, no se verán cumplidas.

Autoría

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *