Cuerpos equivocados

Como es sabido, acaba de celebrarse en Lisboa la Jornada Mundial de la Juventud, un éxito rotundo del papa Francisco, algo oscurecido a veces por las intervenciones de jóvenes fachas españoles, que acaban siempre anteponiendo su ideología belicosa al espíritu de tolerancia y cercanía de Jesús.

En el programa de las jornadas hay siempre unas catequesis impartidas por obispos según los grupos lingüísticos y, en este caso, como era natural, se ha echado mano de obispos españoles para los grupos de habla hispana. No sé cuántos han participado ni quién los ha elegido, pero no puedo entender las razones que han llevado a enviar a Juan Ignacio Munilla, obispo de Orihuela-Alicante; precisamente, el único de quien se han hecho eco los medios españoles.

Conociendo su trayectoria y su mentalidad, se podría haber previsto que, en lugar de una reflexión serena y educativa sobre la ecología integral, utilizaría un estilo mitinero, con frases más o menos panfletarias. Por ejemplo: “El ecologismo rechaza los transgénicos pero defiende lo transgénero”.

Lo que, sin embargo, quiero destacar en estas líneas es la siguiente afirmación: “Dios nos ha creado bien. Dios no se equivoca. Nadie ha nacido en un cuerpo equivocado”.

Parece que Munilla no conoce el retrato de la mujer barbuda de Ribera. Sin duda, no ha visto aquella película antigua tan inquietante, La parada de los monstruos, interpretada casi en su totalidad por enanos, tullidos, discapacitados físicos y mentales. ¿Tampoco vio en su momento El hombre elefante?… Pero, al menos, sabrá que hay bebés que nacen unidos por la cabeza o por el tórax ¿No se trata de cuerpos equivocados? Ya que estamos en esos términos, que venga Dios y lo vea.

A mi modo de ver, lo malo no es esa afirmación que contradice la realidad sino la que deja traslucir y que parece rara en alguien que tiene un programa periódico en Radio María.

Es cierto que, durante siglos, se ha considerado al Dios Creador como el artífice inmediato del mundo, de los acontecimientos, de los seres humanos, pero en estos momentos la idea de la creación es ya muy otra.

Dios crea el mundo y lo pone en marcha por la evolución o por el diseño inteligente o como quiera que sea. Después se retira y deja a las causas segundas la tarea de ir construyendo el mundo. No podría ser de otro modo. Dios no puede ser el fontanero universal, el Dios tapa agujeros, según la expresión que se ha hecho popular.

Lo que es cierto es que la naturaleza o la evolución comete errores y anima a veces con espíritu de varón cuerpos de mujer y viceversa. Y si ha llegado un momento en que se pueden corregir esos errores ¿se supone que Dios se ofende por ello?

En una frase que parece evidente, pero en realidad no lo es, Jesús dijo que el sábado era para el hombre y no al contrario pero siempre en las religiones -y en las ideologías radicales- hay quienes priorizan el sábado, los principios. Que se cumplan aunque el ser humano sufra, que no haya cambios de sexo aunque la persona no sea feliz porque, según el obispo, no hay cuerpos humanos equivocados.

El hecho es que los hay y que se pueden corregir, y todo eso mal que le pese -aunque no sepamos por qué ha de pesarle- al obispo Juan Ignacio Munilla.

Autoría

  • Carlos F. Barberá

    Nací el año antes de la guerra y en esta larga vida he tenido mucha suerte y hecho muchas cosas. He sido párroco, laborterapeuta, traductor, director de revistas, autor de libros, presidente de una ONG, dibujante de cómics, pintor a ratos... Todo a pequeña escala: parroquias pequeñas, revistas pequeñas, libros pequeños, cómics pequeños, cuadros pequeños, una ONG pequeña... He oído que de los pequeños es el reino de los cielos. Como resumen y copiando a Eugenio d'Ors: Mucho me será perdonado porque me he divertido mucho.

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