Ser mujer

Las amigas de Tras las Huellas de Sophía nos han animado para que escribamos sobre lo que significa SER MUJER para cada una de nosotras. Han hecho unas publicaciones muy interesantes con aportaciones de muchas mujeres de distintos lugares del mundo.

Llevo un tiempo pensando qué es ser mujer para mí y tengo que confesar que no doy con una definición que me parezca correcta; sin embargo, todo este tiempo están aflorando a mi memoria y mi corazón nombres y rostros de mujeres con las que me he cruzado en mi ya largo camino de la vida.

  • En Tanzania pude estar con las abuelas que habían perdido a sus hijas por el SIDA, aunque la enfermedad no se nombraba. Ellas ya mayores y en la más absoluta pobreza habían acogido a sus nietos en sus hogares.
  • En Camboya descubrí a la mujer que se quedaba al lado del marido que había pisado una mina antipersona y había quedado ciego, sordo y sin manos. Al mismo tiempo, comprobé la fortaleza de la mujer a la que una mina había dejado ciega. El marido la abandonó, pero ella con la ayuda de vecinos pudo poner un punto de venta de pequeñas cosas: algunos tomates, patatas, fruta… que le permitían sobrevivir, a pesar de su ceguera y su pobreza.
  • En El Salvador tuve la suerte de conocer y convivir con una religiosa que había vivido la guerra civil que asoló el país durante 13 años. La guerrilla estaba situada en Chalatenango, no tenían víveres… Ella en su coche rebasó la línea del ejército para llevar alimentos a los combatientes. Sabía que esto le podía costar la vida o el encarcelamiento, pero no dudó en dar de comer a quienes fallecían de hambre.
  • En Guatemala vi como las mujeres indígenas, pobres entre los pobres, eran las que mantenían la familia, los hijos… mientras el marido gastaba el poco dinero que tenían en emborracharse y, finalmente, abandonarlas.
  • En Mozambique estuvimos grabando un proyecto con mujeres que labraban la tierra, plantaban flores, hacían ladrillos, recolectaban y hacían la comida en su casa y todo ello, en muchas ocasiones, con un hijo atado a la espalda… Mientras tanto, el hombre estaba sentado a la sombra de uno de esos enormes árboles africanos.
  • También he pensado en mi madre y en como afrontó la pobreza que vivimos en casa. Mi padre, conductor de camión, tenía un misero sueldo y éramos cuatro hermanos. Milagros hacia mi madre con lo que recibía y, además, más de una vez vi, no porque ella lo contase, como ayudaba a alguna de las vecinas que aún era más pobre que nosotros.

¿Qué es ser mujer para mí? Cuando pienso en todas ellas quizás la palabra que mejor resuma todo es generadora de vida. Somos las que parimos y cuidamos, las que criamos y acompañamos… Somos vasija que recoge y da, somos el junco fuerte que se mece, se dobla, pero no se rompe, somos la resistencia… siempre lo hemos sido. Ahora queremos ser las que labramos y decidimos nuestro futuro y el de nuestras hijas e hijos en la sociedad, en la Iglesia…

Autoría

  • Charo Mármol

    En 1953 en Cuba un grupo armado revolucionario liderado por Fidel Castro ataca el cuartel Moncada en Santiago de Cuba. Fue un intento fallido para derrocar al dictador. Ese mismo año en la URSS muere Stalin y, en Inglaterra, Isabel II es coronada Reina. Además nací yo. Fue en Murcia, pero enseguida me acogió la capital del Reino, Madrid. Ya madurita empecé a viajar por los países del Sur y desde entonces me considero ciudadana del mundo. Un mundo en el que me gustaría que reinase la paz, la justicia y la igualdad. Y a esto he dedicado la mayor parte de mi vida: a trabajar por el Reino de Jesús aquí y ahora.

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