Me reconozco «Benedettiana». Les regalo sus palabras.
«No es la eternidad pero es el instante, que, después de todo, es su único sucedáneo verdadero»
«Si yo pudiera elegir otra profesión que la que tengo…en ese caso yo elegiría ser mozo de café… Debe de ser magnífico trabajar siempre con caras nuevas, hablar libremente con un tipo que hoy llega, pide un café y quizás nunca más volverá por aquí. La gente es formidable, entretenida, potencial. Debe de ser fabuloso trabajar con la gente en vez de trabajar con números, con libros, con planillas. Aunque yo viajara… nada me fascinaría tanto como la Gente, como ver pasar a la Gente y escudriñar sus rostros, reconocer aquí y allá gestos de felicidad y de amargura… y darme cuenta de cómo avanzan, inconscientes de su brevedad, de su vida sin reservas… Ese que pasa (el del sobretodo largo, la oreja salida, la renquera rabiosa), ése es mi semejante. Todavía ignora que yo existo, pero un día me verá de frente, de perfil o de espaldas, y tendrá la sensación de que entre nosotros haya algo secreto, un recóndito lazo que nos une, que nos da fuerzas para entendernos. O quizá nunca llegue ese día, quizá no se fije nunca en esta plaza, en este aire que nos hace prójimos, que nos empareja, que nos comunica. Pero no importa; de todos modos, es mi semejante».
La tregua, Mario Benedetti
Por qué cantamos
Si cada hora viene con su muerte
si el tiempo es una cueva de ladrones
los aires ya no son los buenos aires
la vida es nada más que un blanco móvil
usted preguntará por qué cantamos
si nuestros bravos quedan sin abrazo
la patria se nos muere de tristeza
y el corazón del hombre se hace añicos
antes aún que explote la vergüenza
usted preguntará por qué cantamos
si estamos lejos como un horizonte
si allá quedaron árboles y cielo
si cada noche es siempre alguna ausencia
y cada despertar un desencuentro
usted preguntará por que cantamos
cantamos porque el río está sonando
y cuando suena el río / suena el río
cantamos porque el cruel no tiene nombre
y en cambio tiene nombre su destino
cantamos por el niño y porque todo
y porque algún futuro y porque el pueblo
cantamos porque los sobrevivientes
y nuestros muertos quieren que cantemos
cantamos porque el grito no es bastante
y no es bastante el llanto ni la bronca
cantamos porque creemos en la gente
y porque venceremos la derrota
cantamos porque el sol nos reconoce
y porque el campo huele a primavera
y porque en este tallo en aquel fruto
cada pregunta tiene su respuesta
cantamos porque llueve sobre el surco
y somos militantes de la vida
y porque no podemos ni queremos
dejar que la canción se haga ceniza.
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