Por Ana Moreno Romero*
El acceso de las mujeres al mercado de trabajo es una realidad consolidada y una de las grandes conquistas del siglo XX. Sin embargo, los cambios necesarios para que esta incorporación sea plenamente satisfactoria están produciéndose más despacio de lo esperado. Las mujeres tienen menor tasa de actividad, mayor desempleo, peores niveles salariales y más dificultades para hacer carrera directiva. Hoy nos enfrentamos a continuos cambios del mercado de trabajo, derivados de la incorporación de las Tecnologías de la Información y la Comunicación y de la globalización, que obligan a las organizaciones a evolucionar muy rápido y sin modelos de referencia. Aun en este entorno tan dinámico, no hemos sido capaces, como sociedad, de movernos hacia la plena igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en el mercado de trabajo.
Hasta hace unos años los roles en las funciones laboral y personal estaban divididos: la primera correspondía al hombre como sujeto de la esfera pública; la segunda era responsabilidad de la mujer, cuya misión consistía en asegurar el cuidado físico, psicológico y emocional de todos los miembros de la familia. La incorporación de la mujer al mercado de trabajo y la compartición de las tareas y placeres familiares entre hombres y mujeres tiene sumidas a las unidades familiares de dos generaciones en un reajuste de modelos complejo. Es cada vez más evidente que el cuidado de las personas, de los hijos, de los padres mayores, de las parejas y de uno mismo, está siendo la faceta de nuestras vidas que se está resintiendo más. Hay cosas que no mejoran con el aumento de la productividad y un hogar “taylorizado” no es un avance, sino un empobrecimiento.

woman at work. Foto: katrinaelsi @Flickr
La gestión del tiempo se ha trasformado en un arte imposible: gestionar decenas de mails profesionales y personales, hablar por teléfono desde cualquier lugar y en cualquier momento, estar en permanente proceso de aprendizaje y formación, digerir montañas de informes, ser unos padres comprometidos, ser unos hijos disponibles, viajar, hacer deporte, desplazarnos en ciudades congestionadas, participar en ONG… Además, hoy se espera disponibilidad permanente y jornadas semanales largas. Y si nos asomamos por una ventana al “tiempo laboral” la velocidad, la presión, el estrés y, muchas veces, la angustia, son cada vez más habituales en los puestos de trabajo.
[quote_right]El compromiso con la conciliación de las esferas familiar, personal y laboral es una necesidad de la sociedad a la que las mujeres hacen frente con generosidad[/quote_right]
Los programas de conciliación de vida profesional y personal son una prioridad pública, de las empresas y de las personas. La Unión Europea lleva años promoviéndolos como un pilar para el empleo de calidad en igualdad. Las empresas, desde las áreas de recursos humanos, diseñaron los primeros programas de conciliación hace muchos años para retener a los mejores y aumentar la motivación de los trabajadores. Sin embargo, la conciliación de la vida profesional y personal sigue siendo un reto desatendido, cuyas consecuencias recaen mucho más en las mujeres que en los hombres.
He querido centrar mi reflexión en la conciliación de vida profesional y personal, porque creo que es uno de los factores que más influencia tiene en la vida profesional de las mujeres, sea cual sea su profesión y sea cual sea el nivel de responsabilidad que alcance. El compromiso con la conciliación de las esferas familiar, personal y laboral es una necesidad de la sociedad a la que las mujeres hacen frente con generosidad, valentía, mucho esfuerzo y creatividad. Por supuesto que hay muchos hombres que también lo hacen, la mayoría, pero indudablemente las mujeres asumen más responsabilidad y eso es significativo en un entorno laboral tan demandante.
[quote_right]La gestión del tiempo se ha trasformado en un arte imposible[/quote_right]
Quizá uno de los beneficios más interesantes de esta búsqueda de la conciliación de vida profesional y personal es que se están mostrando nuevas maneras de tener éxito, nuevos modelos de desarrollo de carrera donde lo pequeño, lo social, las trayectorias no lineales y no ascendentes tienen cabida. Es necesario innovar en los modelos laborales en la sociedad en red por mucha razones y puede que una de las más relevantes sea que la sociedad ofrezca un mercado laboral amable para la conciliación.
*Ana Moreno Romero es profesora en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial
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