Celebramos 25 años de existencia

pag7_iglesia.jpgComo mujer, me siento muy orgullosa de pertenecer a este colectivo, y hoy he sentido la necesidad de escribir este pequeño artículo para esta querida revista alandar, de la cual en el año 2006 recibimos el Premio Alandar.

Creo que éste premio fue un presagio, pues este año 2011, al cumplir los 25 años, la Generalitat de Catalunya nos ha otorgado el máximo galardón de Cataluña, la Cruz de Sant Jordi.

Fue una noticia muy halagadora para nosotras y fue el Molt Honorable President de la Generalitat, el Sr. Artur Mas i Gabarró, quien entregó este premio a nuestra presidenta, Montserrat Biosca, el día 27 de Abril en el Palau de la Generalitat. La acompañamos las representantes de las ocho delegaciones que tenemos en Cataluña.

El Col·lectiu decidió que fuésemos nosotras las que asistiésemos a este emotivo acto, por considerar que las delegaciones somos la avanzadilla que denunciamos en los barrios nuestra experiencia sobre la marginación que sufrimos las mujeres en la Iglesia.

Foto. CDE.Nuestro trabajo es sencillo, parecido al de las hormiguitas, porque poquito a poquito, a base de explicar lo que hemos descubierto de “nuevo” en los antiguos textos sagrados y en el Evangelio. A base de aclarar que nada tienen que ver con lo que nos enseñaron e “inculcaron”, especialmente en lo que se refiere a nosotras, las mujeres… vamos difundiendo nuestro “nuevo mensaje”.

El inicio en los barrios suele ser el boca a boca explicando nuestra experiencia y el segundo paso suele ser la formación permanente, ofreciendo conferencias sobre teologia feminista y reuniones de trabajo, que nos ayudan a pensar y a descubrir la otra verdad de la verdad de la que nos enseñaron.

He aclarado este punto para que se entienda nuestra labor como delegaciones del Col•lectiu y lo orgullosas que nos hemos sentido con este bonito detalle que el Col•lectiu nos cedió a nosotras: el poder representarlo en la Generalitat.

Pero nuestras fiestas de 25 años empezaron con el programa que os expongo a continuación. El primer acto lo celebramos el día 9 de Abril, con una conferencia coloquio que se tituló “¿Cómo vivimos la sexualidad en las diferentes étnias y religiones?”.

El día 18 de junio tuvimos una salida por las calles de Barcelona para descubrir quiénes eran las mujeres trabajadoras del siglo pasado que llevan su nombre, visita comentada por dos guías del ayuntamiento y después, comida de amistad en un restaurante del pintoresco barrio de Santa Catalina de Barcelona.

Del 24 al 28 de agosto, un buen grupo del Col•lectiu viajamos a Salamanca, para asistir al Congreso organizado por ESWTR, donde nos habíamos comprometido con nuestra participación “sorpresa”… ¿Qué pasaría si en el Sínodo de Cataluña no hubiera obispos sino obispas!

Finalmente, el 29 de octubre, celebraremos una gran fiesta, en la que quedará clausurado nuestro cuarto de siglo: por la mañana, mesa redonda en la que trataremos el tema “¿Qué hemos hecho las mujeres en la Iglesia durante estos 25 años?”

Para este acto, de momento tenemos confirmada la asistencia del teólogo Ignacio Gonzalez Faus, de Lucía Ramón Carbonell (filósofa y teóloga laica), de Montserrat Coll (ex directora de Asuntos Religiosos de la Generalitat) y de Julia Silveira, ex consejera de Cultura de la Mujer del Ayuntamiento de Barcelona). Nuestra querida compañera Mª Pau Trayner Vilanova moderará este acto.

A continuación nos reuniremos en un bonito restaurante en pleno barrio gótico, junto a la Catedral de Barcelona, donde pensamos compartir una deliciosa comida sorpresa para las socias, socios y simpatizantes… y por la tarde, Gran Fiesta Lúdica con música y poesía que nos ofrecerá un grupo de compañeras de la Delegación de Sabadell; después, la Coral Font d’en Fargues y el Coro Madrigalista de Mataró nos ofrecerán el Gloria (RV 589) de A.Vivaldi. Un magnífico final, ¿verdad?

Este acto lo celebraremos en la Escola Ca la Dona (Francesca Bonnemaison) entidad carismática para las mujeres de Barcelona y que siempre colabora estrechamente con el Col·lectiu.

Pues bien, ya veis lo animadas que estamos y cómo los ánimos no nos faltan (de momento). También que hemos editado un magnífico libro titulado Una història necessària, que explica de manera sencilla nuestro trabajo en estos 25 años. De momento está escrito en nuestra lengua, el catalán, pero esperamos poder traducirlo al castellano en breve, para que lo puedan leer más personas.

Bien, éste es nuestro programa y, aunque nos hubiera gustado muchísimo que este reconocimiento de la Cruz nos lo hubiera dado nuestra querida Iglesia por nuestro trabajo compartido con ella, de momento no ha podido ser así. Creo que la Cruz con la Iglesia, de momento, la tenemos pero de otra manera, aunque esperamos que algún día, no muy lejano, nuestros colectivos, como grupos reivindicativos, puedan dejar de existir. No sé si muchas lo veremos, pero lo espero y quiero creer que así será.

Col•lectiu de dones en l’Esglèsia per la paritat

El Colectivo de mujeres en la Iglesia por la paridad, es una realidad de la lucha y trabajo ilusionado por alcanzar el reconocimiento femenino en todos los estamentos eclesiales. En nuestro libro ya explicamos estos 25 años de compromiso como mujeres, que demuestra, una vez más, la capacidad de organización, de estudio en profundidad, de incidencia, de creatividad, que tenemos las mujeres cuando asumimos unos objetivos justos, los cuales nos animan a avanzar en la lucha por la paridad.

Nuestra historia ha sido muy fructífera, especialmente en Cataluña, pero también en otros lugares de todo el Estado se puede palpar en las vivencias que se explican en el libro.

Han sido años de trabajo muy intenso y apasionado, de estudio, de formación, de sensibilización por parte de las mujeres que estamos en una situación de marginación, como mitad de una Iglesia, que Jesús jamás marginó.

Las mujeres hemos tomado conciencia de nuestros derechos y poco a poco, estamos consiguiendo nuestro “empoderamiento”, sabiéndonos capaces y libres y sin necesidad de mediadores masculinos, para poder dirigirnos a Dios Padre-Madre, porque tenemos a Jesús, amigo y único mediador nuestro.

Necesitamos una conversión que supere la misoginia instalada en la Iglesia y que considere la aportación de las mujeres como riqueza para todo el pueblo de Dios, sin reticencias motivadas por el género, porque muy pronto nuestra historia será un signo de un tiempo superado.

* Sintetizado del prólogo del libro Una història necessària

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