
Es curioso cómo hay cosas que con la edad van cambiado. Y no me refiero a la cintura ni otros menesteres que tengan que ver con “el saber” acumulado como dice Mafalda en un power point que he recibido en varias ocasiones: “A medida que envejecemos las mujeres ganamos peso. Esto ocurre porque acumulamos mucha información en nuestra cabeza. Llega un punto que tanta información acumulada empieza a distribuirse por todo el cuerpo y… no nos sobran kilos, es que somos cultas, muy cultas”.
Curiosamente a mí la acumulación de información y cultura que el paso de los años me ha ido dando no me ha producido más certezas y seguridades. Cuando era joven creía tener respuestas para todo, tenía certezas inamovibles y muy pocos interrogantes a los que no les encontrase rápidamente respuesta. Ahora casi todo son interrogantes y certezas, muy pocas, poquísimas. Y lo peor (o lo mejor, vaya usted a saber) es que los interrogantes siguen aumentando según aumenta “mi cultura”. Vean si no.
¿Cómo es posible, con la crisis que corre y el paro que tenemos, que la Iglesia se gaste el dinero que se va a gastar en la JMJ (algunas fuentes hablan de 50 millones de euros) y que, además, se financie una parte por un Estado laico (eso dicen) y otra por algunas empresas y bancos que andan muy lejos de la ética y la doctrina social de la Iglesia?
¿Cómo es posible que nuestros políticos sigan haciendo oídos sordos al clamor, al griterío que ha supuesto (y esperamos que siga suponiendo) el movimiento del 15M?
¿Cómo es posible que en un movimiento como el del 15M también las mujeres, las feministas, tuvieran problemas para hacerse escuchar? ¿Acaso no llegaremos nunca a vivir en un mundo equitativo e igualitario? Les invito a que lean el artículo que Carmen Castro escribió en su día. (http://librodenotas.com/enpeligrodeextincion/20493/democracia-sin-igualdad-no-gracias)
¿Cómo es posible que en nuestro país, con los niveles de paro que existen, la corrupción de una parte importante de la clase política, la asfixia a la que nos están sometiendo la banca y el mundo de las finanzas… la gran mayoría de la población vote a un partido de derechas?
¿Cómo es posible que cuando algunos votan a un partido de izquierdas, este sea incapaz de pactar con el PSOE y favorezca una vez más a la derecha?
¿Qué tendremos que hacer para informarnos bien y no dejarnos manipular por unos y otros? ¿Cómo saber quién es el mensajero y detectar la mentira y el engaño de la verdad (la que nos hará libres)?
(Recuerden que el mes de junio pasado Tom MacMaster confesó estar detrás del blog A gay girl in Damascus en el que se informaba de la detención de su supuesta autora, Amina Araf, una joven siria lesbiana. MacMaster admitió que Amina Araf no existe y es tan solo una invención). ¿Seremos más desinformados por exceso de información? Esta era una de las tesis que mantenía una de mis profesoras en la universidad. Recuerden también las dudas y las distintas afirmaciones, según el medio de comunicación que se consulte, de la autoría y el comienzo del 15M: ¿eran los indignados? ¿Era el propio gobierno? ¿Rubalcaba? ¿Los antisistemas? ¿Cómo hacer para diferenciar la mentira de la verdad?…
A veces me viene el dibujo del avestruz con la cabeza metida en un agujero y así va dejando el mundo pasar sin enterarse de nada. Pero no, el balanceo de mi mecedora me lleva a recordar aquella canción de Mercedes Sosa:
Solo le pido a Dios
que el dolor [la vida] no me sea indiferente,
que la resaca muerte no me encuentre
vacía y sola sin haber hecho lo suficiente…
Pues eso, que en este nuevo curso ni los políticos ni las mentiras nos quiten los ánimos y el impulso para seguir soñando y trabajando por otro mundo y otra Iglesia distintos, muy distintos.