
Hermanos y hermanas,
Somos obispos de la Iglesia Católica de varias regiones de Brasil, en profunda comunión con el Papa Francisco y su magisterio y en plena comunión con la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil, la CNBB que, en el ejercicio de su misión evangelizadora, siempre se coloca en defensa de los más pequeños, de la justicia y de la paz. En julio de 2020, lideramos la redacción de una primera Carta al Pueblo de Dios. Ante la gravedad del momento actual, nos dirigimos nuevamente a todos y todas ustedes.
La segunda vuelta de las elecciones presidenciales de 2022 nos coloca frente a un dramático desafío. Debemos escoger, de manera consciente y serena, pues no cabe neutralidad cuando se trata de decidir sobre dos proyectos de Brasil, uno democrático y otro autoritario; uno comprometido con la defensa de la vida, a partir de los empobrecidos, otro comprometido con la «economía que mata» (Papa Francisco, La Alegría del Evangelio, 53); uno que cuida de la educación, de la salud, del trabajo, de la alimentación, de la cultura, otro que desprecia las políticas públicas, porque desprecia a los pobres. Los dos candidatos ya gobernaron al Brasil y dieron resultados diferentes para el pueblo y para la naturaleza, que hoy podemos analizar.
Iluminados por las exigencias sociales y políticas de nuestra fe cristiana y de la Doctrina Social de la Iglesia Católica, debemos hablar de forma clara y directa sobre lo que realmente está en juego en este momento. Jesús nos mandó para ser “luz del mundo” y esta luz no debe estar escondida (Mt 5,15).
Somos testigos de que el actual Gobierno, que busca la reelección, le dio la espalda a la población más carente, principalmente durante el tiempo de la pandemia. Solamente en vísperas de la elección, lanzó un programa temporal de auxilio a los necesitados. La 59ª Asamblea General de la CNBB constató “los alarmantes descuidos con la Tierra, la violencia latente, explícita y creciente, potencializada por la flexibilización de la posesión y del porte de armas […]. Entre otros aspectos de estos tiempos, están el desempleo y la falta de acceso a la educación de calidad para todos. El hambre es, ciertamente, el más cruel y criminal de ellos, pues la alimentación es un derecho inalienable” (Mensaje de la CNBB al Pueblo Brasileño sobre el Momento Actual). La vida no es prioritaria para este Gobierno.
El jefe de Gobierno y sus apoyadores, principalmente políticos y religiosos, abusaron del nombre de Dios para legitimar sus actos y todavía lo usan para fines electorales. El uso del nombre de Dios en vano es una falta de respeto al 2º mandamiento. El abuso de la religión para fines electorales fue condenado en nota oficial de la presidencia de la CNBB (11/10/2022), para quien “la manipulación religiosa siempre desvirtúa los valores del Evangelio y desvía la atención de los problemas reales que necesitan ser debatidos y enfrentados en nuestro Brasil”.
Mientras decía “Dios sobre todas las cosas”, el Presidente ofendía a las mujeres, se burlaba de las personas que morían asfixiadas, además de no demostrar alguna compasión con las casi 700 mil vidas perdidas para el covid-19 y con los 33 millones de personas hambrientas en su país. Recordemos que Brasil había logrado salir del mapa del hambre en 2014, por acierto de los programas sociales de gobiernos anteriores. En la práctica, ese apelo a Dios es mentiroso, pues no cumple lo que Jesús presentó como el mayor de los mandamientos: amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo (Mt 22, 37). Quien dice que ama a Dios, pero aborrece a su hermano es «mentiroso» (1Jn 4,20).
Los discursos y las medidas que buscan armar a todas las personas y eliminar a los opositores están en contradicción tanto con el 5º mandamiento, que ordena “no matarás”, así como de la Doctrina Social de la Iglesia, que propone el desarmamiento y dice que “el enorme aumento de las armas representa una amenaza grave para la estabilidad y para la paz” (Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 508).
Vivimos cuatro años bajo el reinado de la mentira, del sigilo y de las informaciones falsas. Las fake news (noticias falsas vehiculadas como si fueran verdades) se convirtieron en la forma “oficial” de comunicación del Gobierno con el pueblo. Eso atenta contra el 8º mandamiento, de no levantar falso testimonio, y también muestra quien es el verdadero «señor» de los que, perversamente, se dedican a divulgar falsedades y ocultar informaciones de interés público. Jesús dice que el Diablo es el padre de la mentira (Jn 8, 44), mientras que Él es el “camino, la verdad y la vida” (Jn 14,6).
El Mensaje al Pueblo Brasileño, de la 59ª Asamblea General de la CNBB, también nos llamó la atención afirmando que “nuestra joven democracia debe ser protegida, por medio de amplio pacto nacional”. Sin embargo, el actual gobierno y los parlamentarios que lo apoyan amenazan modificar la composición del Supremo Tribunal Federal para crear una mayoría de apoyo a sus actos. El control de los poderes Legislativo y Judicial siempre fue un eslabón determinante para la implantación de las dictaduras en el mundo.
Los cristianos tienen capacidad para analizar cuál de los dos proyectos en disputa es más próximo a los principios humanistas y de la ecología integral. Basta analizar con datos y números y preguntar: ¿cuál de los candidatos concurrentes valorizó más la salud, la educación y la superación de la pobreza y de la miseria y cuál retiró subsidios del Sistema Único de Salud (SUS), de la educación y acabó con programas sociales? ¿Quién cuidó de la naturaleza, principalmente, de la Amazonia y quién incentivó la quemada de las florestas, el tráfico ilegal de maderas y la minería ilegal en las tierras indígenas?
No se trata de una disputa religiosa, ni de una simple opción partidaria y, tampoco, de escoger el candidato perfecto, sino de una decisión sobre el futuro de nuestro país, de la democracia y del pueblo. La Iglesia no tiene partido, y nunca lo tendrá, pero ella asume un lado, y siempre lo asumirá: el lado de la justicia y de la paz, de la verdad y de la solidaridad, del amor y de la igualdad, de la libertad religiosa y del Estado laico, de la inclusión social y del bien vivir para todos. Por eso, sus ministros no pueden dejar de tomar una posición, cuando se trata de defender la vida del ser humano y de la naturaleza. Nuestra motivación es ética y no es el resultado del seguimiento de un líder político, ni de preferencias personales, sino que vienen de la fidelidad al Evangelio de Jesús, a la Doctrina Social de la Iglesia y al magisterio profético del Papa Francisco.
Dios bendiga al pueblo brasileño y el Espíritu Santo de sabiduría y verdad ilumine nuestras mentes y corazones, a la hora de votar en esta segunda vuelta de las elecciones de 2022. Veamos a Jesús en el rostro de cada persona, especialmente de los pobres que sufren y no en autoridades humanas que los manipulan en nombre de un proyecto ideológico de poder político y económico.
24 de octubre de 2022, Memoria de San Antonio María Claret, obispo.
Obispos del Diálogo por el Reino