Melilla: verdad, justicia y reparación, en el aniversario de la masacre

En la Caravana se aprende, se escucha, se hace silencio y se grita; se dialoga, se cultiva el pensamiento y se acuna la emoción…

Imagen de la valla de Melilla plagada de claveles que representan a las personas migrantes masacradas o desaparecidas, por unas políticas desalmadas.

Como ya avanzamos en Alandar, el pasado 23 de junio, formando parte de la Caravana Abriendo Fronteras 2023, partimos desde Madrid a Melilla para reclamar verdad, justicia y reparación y participar en los actos previstos el día 24, primer aniversario de la masacre de la valla en la que murieron, al menos, 23 personas según fuentes oficiales marroquíes; un centenar contando a los desaparecidos, según Amnistía Internacional 322 resultaron heridas y 470 sufrieron devolución “en caliente” masiva a Marruecos, como señala el Defensor del Pueblo y la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH).

Antes de llegar a puerto, como en otras ocasiones, en silencio y en recuerdo de las personas muertas, realizamos una ofrenda/lanzamiento de flores en el mar Mediterráneo que estamos convirtiendo en cementerio. Al desembarcar, en la propia estación del puerto, jóvenes de un colectivo migrante -con los que la organización vasca Ongi Etorri tiene contacto en Melilla- nos reciben con un desayuno que han preparado. El zumo, las tortillas de maíz, el café o el té moruno se convierten en auténticos sacramentos de vida…, nosotras sí nos sentimos verdaderamente acogidas

Desde la estación portuaria nos dirigimos hasta el camping que será nuestro alojamiento en Melilla. Sin tiempo que perder, nos dirigimos a la sede de UGT donde se va a celebrar una mesa redonda que lleva por título Un año tras el 24J: Verdad, memoria y justicia antirracista. No más impunidad” con personas migrantes, abogados y periodistas que van a dar testimonio de lo que sucedió hace un año. Participan en la misma, entre otras personas, Hussein Mohamed, joven sudanés, y Loueila Mont, abogada saharaui.

A lo largo de las intervenciones escuchamos reflexiones que van a acompañarnos en todos los encuentros posteriores: “Sistemáticamente se vulnera el derecho de asistencia a las víctimas; el Estado español incumple su deber; las familias no han podido identificar ni enterrar a sus muertos; las víctimas han sido utilizadas como moneda de cambio a través de un pacto de Estado entre España y Marruecos; se imputan responsabilidades a la postura y declaraciones del ministro Marlaska. Masacres como esta o la del Tarajal tienen un perfil racial y una motivación económica y colonial. La mayor parte de las víctimas de la masacre de Melilla procedían de Sudán, país con una fuerte crisis social y política, lo que supone migrar buscando lugares seguros. No puede ser que un pasaporte valga más que una persona. Es necesario que se abra una investigación independiente por parte de los Gobiernos de España y Marruecos. Migrar es un derecho, no un delito; pedimos que se establezcan vías seguras y legales para que nadie pierda su vida por migrar…”

Terminada la mesa redonda, ya por la tarde, nos disponemos a asistir a otra programada en la que María Dantas, eurodiputada, Javier Baeza, cura de la Comunidad San Carlos Borromeo de Madrid, Javier Angosto, fotoperiodista y José Luis Rodríguez, abogado, reflexionan sobre diferentes caras de las políticas y procesos migratorios y, sobre todo, de sus protagonistas, las personas migrantes.

Finalizada la mesa redonda, nos dirigimos hacia el lugar de encuentro para participar en la manifestación que se desarrolla a lo largo del paseo marítimo de Melilla, bajo un sol intenso y la mirada curiosa y a la vez sorprendida de melillenses que se encuentran disfrutando de la playa.

La manifestación transcurre bajo el lema “Justicia Masacre Melilla 24J”. Nuestro destino es la valla y, en concreto, el punto denominado “Barrio Chino” donde se produjo el salto. Las consignas permanentes lanzadas durante la manifestación dejan espacio al silencio cuando, por fin, nos encontramos en el lugar en que se produjo la masacre: silencio, homenaje, ofrenda y encuentro espontáneo con vecinos que nos trasladan que aquello fue una tragedia, consecuencia de lasnecropolíticas, término incorporado, ya familiar.

Al día siguiente, domingo 25 de junio, en el Parque Hernández asistimos a un encuentro-coloquio con testimonios de otras fronteras, recordamos y homenajeamos a Mario Vergara, buscador de su hermano desaparecido en México y compañero en otras Caravanas. Intervienen Silvia Di Meo y Valentina Delli Gatti de Memoria mediterránea; Zaha Barati, mujer afgana hermana de Sajad, fallecido en el naufragio de Cutro (Italia) en febrero de 2023; María Herrera, madre buscadora de cuatro hijos desaparecidos, activista buscadora en México; Patricia Fernández y María Vieyra, abogadas de Madrid y Frontera Sur, respectivamente.

Mientras se escuchan las intervenciones, en un círculo de mujeres se borda una de las llamadas sábanas o mantas de la Memoria en la que, con hilo rojo, se van repasando los nombres de personas desaparecidas en el Mediterráneo o en Centroamérica, a fin de honrar su memoria y reclamar su búsqueda. Esta práctica nos acompañará durante toda la Caravana.

Por la tarde, estamos convocadas a un Círculo del Silencio en la plaza Menéndez Pelayo. Es un momento, junto con el del día anterior en la valla, de profunda hondura, emociones, círculo y grito del silencio, profundidad. Gianna, la compañera italiana de Carovane Migranti, nos rompe con su poderosa y hermosa voz cantando el Bella Ciao…

Nos despedimos de las compañeras y compañeros que nos han acogido en Melilla. De nuevo, ferry, esta vez hacia Málaga.

Termino los dos intensos días en Melilla mientras me dejo acunar, de nuevo, por las aguas del Mediterráneo recordando, como una nana, las palabras de Patuca Fernández, abogada vinculada a la comunidad de San Carlos Borromeo de Madrid, al término del Círculo del Silencio

QUE NADIE TENGA QUE MIGRAR
QUE SI MIGRAN, NO LES DISPAREN
QUE SI LES DISPARAN, NO LES MATEN
QUE SI LES MATAN, PUEDAN SER ENTERRADOS
Y QUE, SI SON ENTERRADOS, SU TUMBA TENGA SU NOMBRE
PARA QUE SU MADRE PUEDA IR A REZAR

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Autoría

  • Pepa Moleón Caro

    Soy pedagoga de formación y mi vida profesional la he desarrollado como funcionaria del Servicio Público de Empleo Estatal en ámbitos de Formación, Empleo y Cooperación. Me reconozco mujer feminista y creyente; he crecido en colectivos como Somos Iglesia, Mujeres y Teología, Redes Cristianas y ahora, especialmente, en la Revuelta de Mujeres en la Iglesia.  Vivo y comparto mi fe en una pequeña parroquia de Madrid. Actualmente soy presidenta de la Fundación Luz Casanova. Milito en el movimiento social por un Sistema Público de Pensiones.  Me preocupa y ocupa la sociedad: la desigualdad entre géneros, clases y países.  Me preocupa y ocupa la Iglesia: la ausencia de las mujeres en la reflexión, la experiencia compartida y la toma de decisiones, así como la liturgia desvaída y des-apasionada.

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