Hablar de Dios en primera persona y en femenino

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El beso de Dios* es el título del libro que nos ofrece un recorrido por la espiritualidad de las beguinas, esas mujeres que allá por los siglos XIII y XIV inauguraron una manera nueva de vivir en sociedad y en Iglesia: entregadas al servicio a los más pobres y enfermos desde la presencia intensa de Dios en sus vidas. Una presencia que ellas vivían y expresaban con los términos del amor cortés, el lenguaje de la época. 
Prado Pérez, autora de El beso de Dios y Luís Pérez Duque, cantante y compositor, lideran AuraMúsica

Vivieron las beguinas con gran independencia para las mujeres de su tiempo: no eran una orden religiosa, no estaban sometidas a los varones de otras órdenes, se organizaban comunitariamente en fraternidades de diversa índole, con sus propias reglas de organización y viviendo en sus propias casas. Una fórmula fresca, profundamente renovadora y libre, que fue vista con sospecha y, finalmente, perseguida y prohibida desde el siglo XIV, aunque subsistieron muchos años. 

Las beguinas fueron las primeras en utilizar las lenguas vernáculas en sus escritos porque tenían conocimientos, los pies muy bien plantados en su tiempo y consideraban que la lengua del pueblo era digna para la expresión religiosa, reservada hasta entonces al latín y a quienes podían aprenderlo y usarlo. Su mayor y original aportación fue hablar de Dios en primera persona y en femenino: se sentían amadas y besadas por Dios, y así lo expresaban, con toda la carnalidad necesaria. El Cantar de los Cantares y la sensibilidad trovadoresca están en la base de sus expresiones poéticas, en las que vienen a decir que sentir la presencia de Dios en la vida no es algo reservado a las y los místicos, sino una invitación universal y una experiencia abierta a todos; y esa fue su contribución decisiva a la renovación del catolicismo de su tiempo, luego ocultada, prohibida y prácticamente olvidada.

Prado Pérez de Madrid, la autora de “El beso de Dios”, lo cuenta muy bellamente, con emoción. No es una narradora externa, se moja al identificarse con esa fórmula de amor intenso a Dios y de servicio a los demás; lo cuenta en primera persona, de modo que la narración se convierte en testimonio. Cree la autora que de las beguinas podemos aprender, que su propuesta sigue siendo actual y rica para el mundo cristiano, aunque su lenguaje nos resulte a veces lejano en su bella poética medieval.

La primera parte del libro desentraña el significado de la vida de las beguinas desde sus claves internas, pasando por sus textos más importantes, situándolos en el contexto histórico propio, sacando siempre una conclusión, una actualización de lo que pueden aportar al mundo y a los cristianos de hoy.

La segunda parte presenta la vida y obra de cinco mujeres notables en ese camino de experimentar a Dios, a la vez como vivencia interior y como entrega y servicio a los demás. Porque fueron mujeres que aunaron su intensa vida mística con su independencia intelectual y una libertad interior que las llevó a publicar, predicar, crear fundaciones y hablar de tú a tú con los poderes religiosos y políticos de la época.

En un tiempo que consideramos de sometimiento total de las mujeres, sin embargo, se les reconoció su autoridad, aunque su independencia les costó persecución y hasta la propia vida, como a Margarita Porete, quemada en la hoguera. Es la primera de las cinco beguinas cuya vida se nos cuenta, junto a Hadewijch de Amberes, Matilde de Magdeburgo, Beatriz de Nazaret e Hildegarda de Bingen; esta última no fue beguina, las antecedió  casi un siglo, pero también fue precursora «de otra forma femenina de vivir la fe» y testimonio de que la sabiduría habita también en las mujeres: mística muy culta, fue compositora, escritora, sabía de plantas y medicina y se carteaba con el papa y el emperador, a los que aconsejaba y/o recriminaba, considerando la música «el mejor lazo que nos une a Dios». 

Ahí la autora no puede sino identificarse con Hildegarda en su consideración de la música «como parte de nuestro saber divino», porque Prado Pérez de Madrid también es cantante, la voz de Aura Música (https://alandar.org/personal/compromiso-social-y-mistica-en-tiempos-de-coronavirus/). Ella explica la doble vocación que le permite sentir “el beso de Dios”:  la de la música, a través de Aura Música, y la del servicio, mediante su trabajo como médica y su compromiso político.

El libro surge tras la publicación del disco Trovadoras del Amor, basado en los poemas de las beguinas. La autora ya se había metido en la piel de esas mujeres para captar su sensibilidad y traducirla musicalmente, lo que logra con creces en ese bellísimo disco. Ahora ha ampliado la investigación sobre sus vidas y ha seleccionado los textos principales de sus obras.

Como aportación extra, al final de cada uno de los capítulos dedicados a esas cinco mujeres, se ofrece una propuesta de meditación y oración basada en la vida y los textos de cada una de ellas, con la original aportación de que se puede acceder a las composiciones musicales de Trovadoras del Amor con un código QR que aparece incluido en el texto. 

Para la autora del libro la vida de esas mujeres nos deja un mensaje: «Cuidar desde el amor: esa es la novedad del cuidado de las beguinas. Eso es lo que nos pide hoy el beso de Dios: humanizar los cuidados». 

Las beguinas «no sólo fueron besadas por Dios sino que se agarraron fuertemente a su abrazo para fundirse con Él y así poder perseverar en sus afanes, sus luchas, en su empeño por secar las lágrimas de Dios y por hacerse portadoras de los cuidados hacia los más pobres». Su vida tiene significado hoy porque «cada uno de nosotros también somos besados por Dios… que quiere entrar en nuestra historia para cambiarnos los planes… para que seamos portadores de vida, defensores de la fragilidad y de la vida no perfecta… Dios nos besa para llenar nuestra cotidianidad de profundidad y sentido. Para hacer crecer su semilla en lo oculto, en aquello que no publicamos en redes sociales… Dios nos besa para regalarnos la esperanza cuando la evidencia de la muerte y el fracaso quieren tener la última palabra». 

*EL BESO DE DIOS

Las beguinas y la espiritualidad del Amado, Prado Pérez de Madrid. Editorial San Pablo, 2023

Autoría

  • Lala Franco

    Alandar me permite hacer una de las cosas que mas me gustan como periodista: entrevistar a esas personas que son la sal de la tierra porque van cambiando el mundo con su trabajo, su reflexión y su denuncia.  Además, es un espacio para la libertad y la creatividad dentro de la Iglesia, muy necesitada de ambas. Y me da pistas para vivir de un modo más solidario y menos consumista y para seguir alimentando el núcleo espiritual que nos vincula, desde lo profundo, con el mundo, con los otros y con Dios.  Por lo demás, ahora soy una periodista jubilada de TVE que se mete en muchos líos. En la Revuelta de mujeres en la Iglesia, por ejemplo. Y que está agradecida a dos espacios eclesiales: la JEC (Juventud Estudiante Católica, que me albergó de joven, y Profesionales Cristianos (PX), mi actual comunidad de referencia. Soy murciana y, además de mi tierra de origen, amo Madrid, donde vivo;  pero también la Montaña Oriental Leonesa y Asturias, donde paso buena parte de mi tiempo. La vida, pues, no cesa de abrirme a  paisajes y horizontes nuevos, en todos los sentidos. Y yo trato dejarme sorprender por la riqueza y la novedad que nos rodea y los mensajes de cambio que sugiere. 

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