Por Enlázate por la Justicia
Cáritas, CEDIS, Confer, Justicia y Paz, Manos Unidas y REDES subrayan la idea que resume los diez principios del Decálogo verde de la campaña “Si cuidas el planeta, combates la pobreza”.
La Campaña “Si cuidas el Planeta combates la pobreza”, impulsada por las entidades que integran la iniciativa Enlázate por la Justicia –Cáritas, CEDIS, Confer, Justicia y Paz, Manos Unidas y REDES- concluye la primera fase del camino que inició hace ya dos años con la publicación de los diez principios de su Decálogo Verde.

. FOTO LARM RMAH ON UNSPLASH
En este momento del proceso de sensibilización en torno al cuidado de la Creación y a la encíclica Laudato si’ del papa Francisco, estas entidades católicas lanzan una invitación a “escuchar el clamor de los pobres y de la tierra”.
Esta idea que resume los diez principios del Decálogo verde, lejos de querer aligerar el detallado contenido de cada uno de ellos, pretende ofrecer un camino y una pedagogía que, en palabras de sus promotores, les lleve a “alcanzar el núcleo del decálogo, para atender al sufrimiento de la tierra y de las personas empobrecidas”.
Desde junio de 2016 y a través de la publicación de estos principios, la campaña ha tratado de dar respuesta a ese clamor de la tierra y de los pobres que está ya presente desde el primer punto del decálogo, que nos pedía “apoyar la causa de los pobres”.
El Decálogo verde ha ofrecido una invitación constante a reflexionar sobre nuestro modo de vida y nuestros hábitos de consumo, a valorar si están por encima de nuestras necesidades, si gastamos más bienes de los necesarios a expensas de las personas que carecen de lo indispensable y si nuestro estilo de vida está contribuyendo a la crisis global económica y medioambiental.
¿Qué podemos hacer?
Comprender el nuevo escenario social en el que vivimos necesita que experimentemos que todo está conectado. “El ambiente humano y el ambiente natural se degradan juntos y no podremos afrontar adecuadamente la degradación ambiental si no prestamos atención a causas que tienen que ver con la degradación humana y social. De hecho, el deterioro del ambiente y el de la sociedad afectan de un modo especial a los más débiles del planeta: «Tanto la experiencia común de la vida ordinaria como la investigación científica demuestran que los más graves efectos de todas las agresiones ambientales los sufre la gente más pobre»”. Desde el punto de vista de la justicia, lo natural sería movernos desde lo más pequeño y vulnerable, que además nos ayuda a no desaparecer como especie ni como sociedad.
La campaña “Si cuidas el planeta, combates la pobreza” ha planteado propuestas para cambiar nuestras actitudes personales y, a la larga, sociales que contribuirán a la construcción de una sociedad más justa.
Las entidades promotoras de la campaña siguen animando a leer la encíclica Laudato si’, a acercarse a la naturaleza, a contemplar la increíble belleza de lo creado y a informarse sobre las causas y consecuencias de la degradación ambiental y de la pobreza, que se retroalimentan, para tomar conciencia de la magnitud del problema al que se enfrenta la humanidad.
La alternativa pasa por un modo de vida más sobrio, libre de las ataduras del consumismo. La sobriedad, la simplicidad, es una forma de vida, un camino y, como la utopía, debemos empezar a recorrerlo para lograr realizarla. Por eso, el regreso a un estilo de vida más sencillo es una solución: para las personas y para el planeta.
La campaña continúa
Aunque haya culminado el proceso de sensibilización marcado por los diez principios del Decálogo verde, Cáritas, CEDIS, Confer, Justicia y Paz, Manos Unidas y REDES van a continuar con la campaña “Si cuidas el planeta, combates la pobreza”. Supone un proceso integral de desarrollo que requiere tiempo y que es vital, por ello, en los próximos meses van a definir nuevos objetivos y estrategias en el marco del trabajo en red como instituciones de Iglesia.
Más información: www.enlazateporlajusticia.org
¿Cómo consumir de manera consciente y austera?
Hay opciones concretas para plantearnos una forma de vida más consciente y austera:
- Consumir menos, de manera más justa y ajustada y siendo conscientes de la fuerza que tenemos como consumidores.
- Dar un paso hacia las alternativas que ofrece la economía social y solidaria en nuestros actos cotidianos de consumo.
- Consumir alimentos procedentes de la agricultura y la ganadería ecológica de nuestro entorno que preserven las variedades locales enriqueciendo nuestra diversidad.
- Acudir a los mercados sociales en los que encontramos producción local y, en muchos casos, procedente de cooperativas.
- Saltarse la lógica de los mercados internacionales y consumir más productos de comercio justo y optar por alternativas a la banca tradicional con las finanzas éticas.
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