Antiguos niños soldado de Uganda y Sierra Leona están siendo utilizados en Irak y Afganistán, donde se emplean como mano de obra barata para operaciones militares. Estos soldados fueron reclutados para trabajar para Aegis Denfence Services, una compañía militar privada que fue contratada por el Departamento de Defensa de Estados Unidos en 2004 para llevar a cabo operaciones militares en Irak, según desvela un informe emitido por la cadena de televisión Al Jazeera.
“En Irak era todo una locura porque desde el primer día que puse mis pies allí, todos los días hubo bombardeos, cada día nos disparaban cohetes. Todos los días había disparos”, comenta en el documental Alhaji Koroma, un ex niño soldado de Sierra Leona.
Según el informe, estos antiguos niños soldados procedentes de los dos países africanos fueron reclutados por Aegis para reemplazar a los guardias peruanos y colombianos a quienes pagaban entre 1.000 y 1.200 dólares mensuales. Sin embargo, cuando se incorporaron los africanos, el salario se redujo a 800 dólares al mes, cantidad que ha ido mermando hasta llegar a los 250 actuales.
Esta aparente desigualdad ya fue denunciada por la Comisión nombrada por el Congreso de los Estados Unidos en 2010 para investigar la subcontratación de empresas militares privadas en Irak y Afganistan. Sin embargo, el gobierno de Washington no ha tomado ninguna medida hasta el momento y tampoco parece que esté interesado en tomarla.
El informe también recoge cómo Michael Wessels, psicólogo y asesor de las Naciones Unidas y de varias ONG, critica al gobierno de Estados Unidos por su continuo apoyo a las compañías militares privadas en Medio Oriente, diciendo que la contratación de antiguos niños soldados contribuye al actual aumento de la inseguridad que se vive en la zona. “Lo que estamos haciendo es explotar a la gente, usando jóvenes que han sido niños soldados, enviándoles deliberadamente a lo más duro y violento del combate. Nada podría ser peor para estos jóvenes, nada podría ser peor para la seguridad”, declara Wessels en el reportaje.
Aegis Defense Services comenzó a operar en 2002, año en el que fue creada por un antiguo oficial de la Armada británica, Tim Spicer. Su gran oportunidad llegó poco después, cuando el Departamento de Defensa de Estados Unidos contrató a la compañía para encargarse de la seguridad privada de las bases militares de Estado Unidos en Irak.

Tim Spicer tiene un curioso récord, podríamos decir que criminal, a sus espaldas. En 1998, estuvo implicado en una operación de tráfico de armas para favorecer al gobierno sierraleonés del presidente Ahmad Tejan Kabbah (1998-2007). Aquella operación la llevó a cabo con su anterior compañía, Sandline Internacional. Esta empresa fue declarada culpable de violar las sanciones impuestas por Naciones Unidas durante el conflicto de Sierra Leona (1991-2002). El escándalo llegó al Parlamento británico y le costó la dimisión a sir John Kerr, subsecretario permanente de Relaciones Exteriores, mientras Spicer escapaba a todo juicio. A pesar de ser bien conocidas estas actividades delictivas del fundador de la compañía (o posiblemente por ello) esta fue contratada.
En 2011, el gobierno de Estados Unidos decidió poner fin a su presencia militar en Irak. La primera consecuencia de esa decisión fue que los presupuestos para las subcontrataciones disminuyeron y las compañías militares privadas tuvieron que buscar opciones más baratas. En ese momento Aegis Defense Services optó por contratar soldados de países en desarrollo y se centró en Sierra Leona y Uganda, dos que habían experimentado guerras horribles que se habían caracterizado, entre otras muchas cosas, por el gran número de menores utilizados como soldados. Estos jóvenes, con entrenamiento y fuerte experiencia militar que además vivían en naciones con alta tasa de desempleo juvenil, vieron en estas ofertas una salida para su situación. Por su parte, la compañía conseguía personal barato y fácilmente disponible.
La opacidad de estas operaciones y la falta de información por parte tanto de la compañía como del Departamento de Defensa de los Estados Unidos, hace imposible saber cuántos antiguos niños soldados de Sierra Leona y Uganda están trabajando actualmente para Aegis
Estos jóvenes que ya sufrieron fuertemente cuando fueron secuestrados por los grupos rebeldes del Frente Unido Revolucionario (RUF por sus siglas en inglés) en Sierra Leona o el Ejército de Resistencia del Señor (LRA) en Uganda y obligados, con muy pocos años, a empuñar las armas y participar en todo tipo de operaciones bélicas, vuelven a ser víctimas del fenómeno conocido como privatización de la guerra, donde las compañías militares privadas están jugando un papel crucial y como son compañías privadas su principal objetivo es el beneficio, sin importarles las personas.
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