El portal web Catalunya Religió (catalunyareligio.cat) se ha convertido en una referencia obligada para quienes deseen conocer e informar sobre la Iglesia catalana. Su mayor éxito es haberlo logrado aunando el esfuerzo de diversas órdenes religiosas y fundaciones del ámbito católico pero desde un proyecto ideado y dirigido por personas laicas. Josep María Carbonell, su principal promotor y hoy copresidente del Consejo Editorial, nos cuenta el origen y el objetivo del portal.
¿Cómo surgió Catalunya Religió?
Nació en el 2009 como proyecto de un grupo de laicos catalanes, con sensibilidades y trayectorias eclesiales diferentes, pero que compartían el objetivo de intentar conseguir visibilidad, en el espacio público y en el mundo de las redes, de lo que definimos en su momento como Iglesia conciliar. Una Iglesia que creemos que es mayoritaria, heredera directa del Vaticano II, que mantiene los valores de ese concilio y que, a pesar de ser mayoritaria, prácticamente había desaparecido en la esfera mediática entre una Iglesia integrista -de cristiandad, muy agresiva en los medios- y una Iglesia radical, en el otro extremo, que asumía como tarea el responder a la anterior. Pensamos que esa Iglesia mayoritaria, pero silenciada, había de tener voz pública y decidimos crear un portal en internet. Un portal que debía de ser un portal de unidad. Por eso comenzamos a reunirnos con numerosas órdenes religiosas y fundaciones hasta poder poner en marcha el proyecto más de un año después.
¿Tiene alguna clase de patrocinio de la Tarraconense?
No, Catalunya Religió no es un portal oficial. Yo informé al cardenal el día antes de que naciera, pero no es un portal oficial aunque sí es un portal de Iglesia. Incluso, como anécdota, puedo decir que informamos los primeros de que el papa Benedicto XVI iba a visitar la Sagrada Familia -porque nos lo dijeron desde Roma- y al cardenal no le sentó bien que lo dijéramos antes de su anuncio oficial. De modo que no somos un portal de ningún obispado pero sí de Iglesia.
Insistís mucho en que representáis a los sectores mayoritarios de la Iglesia catalana.
Sin duda, porque creo que representamos a la mayoría silenciosa de la Iglesia, la de los cristianos que crean comunidades en las parroquias, los que llevan los movimientos laicales, los que trabajan en Cáritas y en tantos proyectos de acción social. Y los que, en definitiva, son el testimonio continuo de una Iglesia al servicio de la evangelización.
La web tiene tres partes, que se visualizan en tres columnas. A la izquierda, lo que podemos llamar revista de revistas, es decir, información recogida de otros medios. A la derecha, la opinión en los blogs. Y, en medio, la información elaborada propiamente por Catalunya Religió. ¿Cómo recogéis la información y con cuánto personal contáis?
La información eclesial que nosotros damos la elaboran nuestros redactores y nuestra red de colaboradores. Hay doce personas que colaboran con el portal. Ahora nuestro reto es tener un delegado en cada diócesis, que todavía no lo tenemos. Trabajan por piezas y así se les paga. Menos a los “opinadores”. Estos lo hacen voluntariamente como un servido a CR, pero a los demás creemos que hay que retribuirlos. Además, las órdenes religiosas, los movimientos apostólicos, las fundaciones, las diócesis… nos proporcionan información. Traducimos, además, los documentos papales al catalán y tenemos un apartado importante con recursos para la escuela.
¿Resulta complicado gestionar la diversidad eclesial en una página como ésta? ¿Cómo se mantiene el consenso dentro del pluralismo?
Lo hacemos desde tres premisas que constituyen nuestra línea editorial desde la fundación. Y que son: comunión eclesial, libertad de opinión y catalanidad. Es decir, la información es información -guste o no guste- y ha de ser siempre muy profesional. Pero la opinión es muy libre. Siempre desde la comunión. Y, finalmente, hay un compromiso de catalanidad, que quiere decir que optamos por la inculturación de la Iglesia en Cataluña. También incorporamos información de las comunidades protestantes, judías y musulmanas, aunque nos definimos como un portal católico en diálogo.
Quien quiere saber algo de la Iglesia catalana, ¿tiene que visitar vuestra web?
Creo que sí, hoy somos el referente de información de la Iglesia en Cataluña. Tenemos 1.500 visitantes únicos diarios, es decir, personas que visitan de forma sistemática y permanente el portal y hasta 30.000 visitas de páginas. Esto, en una población de siete millones, es, prácticamente, llegar a todos los cuadros eclesiales en Cataluña. Otro aspecto es que los medios generalistas, cuando tienen que informar de algo vinculado a la Iglesia, nos toman a nosotros como referentes y esto es muy importante.
¿Cómo lo financiáis?
La financiación se divide en tres tercios: uno es la publicidad, otro lo aportan las fundaciones y órdenes que creen en el proyecto y quieren visibilizar su trabajo. Y tenemos un tercio de aportaciones institucionales.
El portal está promovido por una asociación de laicos.
Sí, lo creó y lo tutela el Círculo de Estudios Conciliares, una asociación de laicos. Aunque en el Consejo Editorial están representadas doce órdenes religiosas y numerosas fundaciones.
Sorprende que hayáis logrado aunar tantas voluntades cuando, con frecuencia, en la Iglesia cada persona prefiere ir por su lado.
Así es, aunque reconozco que ha sido un esfuerzo agotador. Pero respondió a la necesidad que sentíamos de visibilizar una Iglesia que es la mayoritaria, muchas veces silenciada en los medios, y que es fundamental para mantener vivo el espíritu eclesial en nuestro país. Los obispos, en su mayoría, nos han visto como unos aliados, porque se han encontrado con que somos un portal en comunión, donde no encontrarán posiciones contrarias a la doctrina de la Iglesia, aunque sí flexibilidad y la libertad de ir a fondo con la información y la opinión.