Cuenta la tradición que un alumno le preguntó un día a Euclides sobre los beneficios que podría obtener del estudio de la geometría. El gran matemático heleno mandó a un esclavo que le diera una limosna. “Porque necesita sacar provecho de lo que aprende”, espetó el maestro, mordaz. El filósofo italiano Nuccio Ordine, profesor universitario especialista en literatura renacentista, recuerda la escena en su último libro, La utilidad de lo inútil, un breve ensayo publicado en francés que resulta muy a cuento para comenzar bien este año 2013, que muchos dan ya como perdido, y casi descartado de nuestras vidas, a la espera del luminoso horizonte que nuestras autoridades nos auguran para 2014.
El libro está compuesto a manera de florilegio de citas de autores como Petrarca, Kant, Leopardi o Calvino, que son, en realidad, otros tantos buenos propósitos para el nuevo año. Todos estos aforismos convergen en una única y clara convicción: los amantes de la literatura y del conocimiento tienen derecho a rechazar cualquier obligación de rendimiento inmediato, cualquier finalidad puramente práctica o rentable.
Lo mismo vale para el progreso: la mayoría de los descubrimientos que han hecho avanzar a la humanidad fueron obra de personas animadas simplemente por su curiosidad, escribió el pedagogo estadounidense Abraham Flexner, también mencionado en el libro, en 1939. Y Ordine concluye, por su parte, que es precisamente en los periodos de crisis, en los que triunfan “el utilitarismo y el egoísmo más siniestro”, cuando más hay que reafirmar el valor de los actos que ignoran la lógica mercantil.
Así que, en el comienzo de un año que se anuncia rudo, conservemos esto en mente: el pensamiento es más fecundo cuanto más fútil parece. Es su propia gratuidad la que da valor a nuestras vidas. Relajémonos, ignoremos amarguras y aprovechemos bien este año que muchos se quieren ya cargar. ¿Cómo? Mirando la sombra de las nubes; no queriendo mal a nadie; poniendo días oasis en nuestras vidas; vagabundeando al ritmo de nuestros humores; aceptando las desgracias para deshacernos de ellas; ejercitando el libre albedrío; olvidando los relojes; fomentando las ideas absurdas; necesitando la soledad; estando dispuestos a servir; despreciando la comodidad, el dinero y la consideración…
¡En 2013, hagamos voto de inutilidad… para ser útiles!
¡Feliz e inútil 2013!
Hola. Me ha encantado!!! No tengo más palabras. Gracias.
¡Feliz e inútil 2013!
Arranca un nuevo año. Una excelente ocasión para plantearse nuevos propósitos y atractivas oportunidades. Me quedo con todos estos ‘inútiles’ propósitos para este 2013. Espero cumplir muchos de ellos. Gracias por contagiar entusiasmo e ilusión a pesar de las circunstancias y las dificultades.
¡Feliz e inútil 2013!
Pues maravilloso… y no sólo para este año… es el valor de la creatividad y la generosidad y el altruismo y dejar al corazón más libre para amar… Ojalá la humanidad y yo lo entendamos cada vez y lo vivamos… Vibrar y amar como las flores que esperan frutos pero saborean los colores y la primavera.. Ser actores y alegres vividores con humildad y sin tanto agobio e interés mental… Dejar tanto de ambicionar y machacar con ese afán de autorrealización que esconde un afán de placeres y de imposición y de soledad, y de, por qué no, nuevo aburguesamiento, al que to Dios, perdón Dios, parece declinar en aras de su mayor felicidad… En fin ser amantes de la vida y sensatos y querer que el Bien sea de verdad… A veces eso «inutil» sería por fin lo más util de verdad.. Que pena de tanta utilidad que acaba en…
Un abrazo de paz