Los “confinados forzosos” en que nos hemos
convertido de la noche a la mañana, estamos respondiendo de manera entusiasta a
la propuesta de asomarnos cada tarde a las ventanas para aplaudir a los que
trabajan en la sanidad pública. En medio de tanta calamidad, redescubrir el
aplauso como forma de reconocimiento y gratitud no es chica cosa. Siempre me ha
llamado la atención cuánto se aplaude en
la Biblia (aplauden hasta los árboles en
Is 55,12 y los ríos en el salmo 98, 8) y la abundancia exagerada que hay
en ella de verbos como exaltar, ensalzar, alabar, confesar,
pregonar, engrandecer, elogiar, glorificar, alegrarse, regocijarse, estar jubiloso, exultar, gozarse alegremente, cantar,
tocar, gritar de gozo, vitorear,
aclamar, pulsar las cuerdas de un instrumento, batir palmas.
Un detalle curioso: la exhortación a alabar (hll) aparece 29 veces en los Salmos mientras que servir, solamente dos. En este tiempo en que echamos de menos trabajar y hacer cosas útiles, podemos entrenarnos en el aprendizaje de aplaudir.
Jubilada feliz. Encajando el envejecer con cierto garbo (de momento). Convencida de la fuerza de la Palabra y de la bondad última de las personas. Adicta a la Biblia y a contársela a otros. Agradecida a la vida, al cariño de tantos amigos y al sentido del humor. Aficionada al cine, a la música polifónica y a Gomaespuma. Lectora desordenada y escritora de vuelo corto. Orgullosa de ser columnista de alandar. Tratando de callarme más, rezar más y vivir más atenta al latido del corazón de Dios en el corazón del mundo.
Creo que, en cierta medida, lo que sobran estos días son palabras, reflexiones... Se ha desencadenado un exceso de comunicación...aunque, al tiempo, ¿cómo seguiríamos siendo sin esa comunicación? De ahí una primera dificultad para articular mi pensamiento y, además, compartirlo. Mi segunda dificultad se produce porque no voy a compartir…
Me aíslo porque te quiero, porque me importas más que yo mismo. El ser más social ¡en su madriguera por cariño! ¿Quién dijo que la solidaridad es una actitud desusada? Y sí, claro que hay villanos pero a esos hay que aislarlos doblemente, no más publicidad a esa minoría débil…
Seguro que muchas personas nos hemos acordado de diferentes títulos de películas durante estos días tan irreales en los que hemos pasado de la negación al pánico, de pensar que la crisis del coronavirus no era para tanto a lavar la ropa con la que salimos a la calle nada…
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