Elecciones generales, visiones diversas

Ante la cercanía de las elecciones generales parecía claro que teníamos que dedicar el reportaje principal de este número al tema pero, ¿cómo hacerlo sin caer en partidismos o visiones limitadas?

A la hora de planificar el número de alandar decidimos llevar a portada los comicios del 20 de diciembre. Pero nos parecía que un simple reportaje o pedirle a varias personas externas su opinión iba a ser demasiado limitado. Entonces se nos ocurrió la idea de hacer nuestro propio debate electoral y, así, nos juntamos unos cuantos miembros del consejo de redacción de la revista para charlar sobre política y políticos. Sin pretensión de abarcarlo todo y reconociendo nuestras limitaciones.

pag2-3_perspectiva2_webPara ello nos reunimos Pepa Moleón, Lala Franco, David Álvarez, Corina Mora, Cristina Ruiz y José Luis Jiménez –el más joven del equipo– para tener una charla distendida de la que este texto es el reflejo. La propuesta de estas páginas es hacer de nuestra diversidad el espejo de una parte de la diversidad de alandar. Tal vez –ciertamente– no somos tan diversos como la sociedad española pero, sin duda, somos diferentes en edad, en planteamientos, en prioridades… Nuestro único objetivo es que estas líneas puedan plantear reflexiones, ayudar a pensar antes del 20D.
¿Cómo estamos de ánimos de cara a las elecciones?

Corina: Este fin de semana me pareció muy ilustrativo porque yo estoy ahí súper emocionada leyendo todos los programas, leyendo todas las entrevistas, viendo todas las propuestas, ahí súper puesta a ver qué pasa…
Cristina: ¡Eres una friki!

Corina: ¡Claro! Y entonces tú te piensas que todo el mundo está con el mismo interés con el que tú estás en la vida, eso parece que suene en todas partes y no suena en todas partes. Porque fuimos a Valencia, nos sentamos con unos amigos de mi marido y, de pronto, estamos hablando: “¡Ah! ¿elecciones? ¿Cómo que hay elecciones?”. Y en la mesa, que éramos ocho personas, que supones que son tus colegas, con los que tienes cosas en común, había un porcentaje muy elevado de gente que ni siquiera tenía en su “agenda mental” que las elecciones son el 20 de diciembre. Lo cual me dejó impresionada… ¿Cómo puede ser? Para mí es un momento fascinante, un momento crucial y la verdad es que para mucha gente no es así.

Pepa: A mí me llama la atención la ilusión que ya en las europeas se dio con un movimiento que no era muy común en ocasiones anteriores: que se movilizara más la gente, que tuviéramos más esperanzas. Luego, en las municipales y autonómicas, cuajó esa ilusión y se perfilaba bastante cambio. Y, total, eso ha sido en mayo, que no hace tanto tiempo… Y ha habido un cambio. Ahí lo interesante sería ver qué es lo que ha pasado, porque yo no creo que sea solamente el tema de Cataluña, sino que se está poniendo como un velo hacia las próximas elecciones generales. Yo he estado este fin de semana en un entorno rural y casi no se hablaba de política. En mi entorno de trabajo tampoco veo a la gente demasiado preocupada, con lo cual yo también estoy un poco desconcertada. No sé si más adelante, cuando se conozcan más los programas y empiece la campaña, habrá más movimiento pero, de momento, hay mucho silencio.

Cristina: ¿Hay como un desinfle?

[quote_left]»Va a haber un parlamento plural, pero ya se han ido las ilusiones de que vaya a haber cambios reales»[/quote_left]Corina: Creo que hemos pasado muchas cosas, que el devenir de los acontecimientos de este año nos ha llevado de estar en un momento muy esperanzador, de pensar que va a haber muchos cambios, las elecciones municipales fueron un subidón para mucha gente: puede haber cambios, puede haber movimientos, puede haber conjunción de diferentes ideas… Y ahora, de pronto, nos plantamos en un escenario de elecciones generales en las que se ha bajado mucho la expectativa de golpe. Yo sí creo que va a haber un parlamento plural, pero ya se me han ido las ilusiones de que vaya a haber cambios reales. Están sucediendo cosas que están aplacando muchos ánimos de gente que planteaba transformaciones políticas.

José Luis: Yo creo que nos sacaron a la calle y quienes nos sacaron no eran políticos. Y parte de esas personas se han metido a políticos y, aunque sigan diciendo que no son profesionales, se han profesionalizado y han dejado de salir a la calle. Y ya no hay manifestaciones o las manifestaciones ya no son interesantes, en el sentido de ser capaces de mover gente. Entonces yo siento que el poder, por mucho que queramos, seguimos sin tenerlo nosotros y creo que, cuando la gente se aproxima al poder, el poder se encarga de que la gente se aproxime de la forma correcta… Entonces, las propuestas que nos podían llamar la atención en las europeas ya no son tales, nos moderamos en los discursos para intentar llegar a más gente pero, en realidad, nos moderamos para poder llegar al poder. Así es normal que se pierdan las fuerzas. Al final los medios se encargan de marcarnos qué tenemos que pensar y la gente está desanimada en los entornos de lo que habláis porque los medios han decidido que la gente ya no esté tan animada.

Lala: Yo los mensajes estos tan globales de que hay un “gran hermano” no me los creo, me resultan dudosos, sobre todo, porque me resultan muy fáciles. Ya sabemos que hay una enorme resistencia al cambio por parte de todos los actores y de todo el que tiene algo que perder, ya sea poder económico o político.

Corina: A mí me da la sensación de que somos un país miedoso y de que las elecciones municipales a mucha gente la han dejado un poco así como… “Bueno, va a ser verdad que hay otras formas de presentarse a unas elecciones y salir”. Hay situaciones de partidos y de agrupaciones ciudadanas que están gobernando en ciudades importantísimas, que se están haciendo cosas –a lo mejor no tantas, pero sí son gestos que dan más miedo a los que no los quieren que confianza a los que los querían. Creo que hay gente que dice “Como sigamos por ahí va a ser verdad que se puede” y da miedo. Y luego, ya a nivel concreto, creo que hay formaciones que se están equivocando, como Podemos, porque el planteamiento de izquierdas de ir divididos a estas elecciones es un error. Ahí se te va la fuerza y eso es un duelo de egos, es evidente.

Lala: Aquí es donde se juegan realmente el dinero y sentarse en unos escaños. Los partidos nuevos están sometidos ahora al principio de realidad de manera, además, doble. Están expuestos a la crítica en el gobierno porque están gobernando en estas ciudades y esta segunda prueba es plantearse cómo organizamos los mecanismos de poder, usando el poder más o menos como los demás. No hay mucha diferencia. Cabría esperar otra cosa, sí, pero esto es lo que está sucediendo. Los entornos de Podemos siguen con mucha ilusión, la gente convencida y militante, pero los que tenemos más dudas lo tenemos más complicado. Ante los nuevos actores políticos ha habido un movimiento de repliegue: voy a apoyar a “estos chicos nuevos” o voy a seguir apoyando a “lo malo conocido”.

Cristina: Este tema de no haber sido capaces de presentar una candidatura conjunta a mí me ha dado mucha rabia. Yo no tengo terminado de decidir mi voto pero creo que eso me ha desilusionado. No hay una candidatura de confluencia. Y, paralelamente, en las encuestas vuelve a subir el PP, incluso en algunas encuestas gana… Claro, porque si te desunes ganan, aunque sea por minoría y porque hay un bloque de votantes que siempre van a estar con el PP y ese bloque es fijo.

Lala: Sobre todo por el sistema electoral, que al tercero le cuesta pero al cuarto ya le cuesta muchísimo.

José Luis: El cuarto ya no existe.

Pepa: Yo estoy de acuerdo y, además, creo que forma parte de esa cierta decepción que decíamos antes, de ese bajón anímico. Me parece que era un momento interesante de haber podido confluir porque las propuestas que se hicieron de cara a las municipales no eran “postureos”. Y ahora no se han sabido explicar las diferencias.

Corina: Ese es el tema, que no lo han explicado, porque en este supuesto bloque de izquierdas… ¿cuáles son las divergencias reales? Porque sobre el papel no hay diferencias. Y tienen esta visión de futuro que escogen llamarse “Unidad Popular”.

David: Es terrible, ahí no les han asesorado… o el de comunicación tiene la misma edad que José Luis [risas]. ¿Pero ahí que ha pasado? Dice Pablo Iglesias: “Confluimos y nos llamamos como yo y confluimos en mí”.

José Luis: Creo que sería importantísimo que, gobernase quien gobernase, se cambiara la ley electoral, especialmente a nivel nacional. Que haya “una persona, un voto” y que solamente haya una candidatura a nivel nacional, que no haya distintas circunscripciones, que para el resto de circunscripciones ya está el Senado y tendría sentido entonces como cámara territorial.

David: Creo que hay dos perfiles. Yo, como profesional, estoy expectante. Creo que es un momento interesante, es un punto de inflexión, en el tablero entran más partidos y ya nada va a ser igual. Y va a haber reformas, ahora sí, reformas, no la palabra que se usa para evitar decir “recortes”. Para empezar, porque los partidos que emergen van a ponerse de acuerdo para cambiar la ley electoral. Creo que se ha conseguido romper esa parte de bipartidismo imperfecto, que no desaparece. A pesar de eso, como ciudadano, no voy a votar entusiasmado.

Corina: Cambia el panorama y vamos a tener un parlamento plural…

David: Pero va a ser difícilmente gobernable.

Corina: Pero porque en este país no estamos acostumbrados, creemos que gobernar es “he salido yo”, si no tengo lo suficiente tú te pones de acuerdo conmigo y me das un cheque en blanco para siempre. Acuerdos de gobierno hasta la eternidad… y no gobiernan poniéndose de acuerdo.

Lala: Porque eso para el electorado es difícil, porque lo primero que les van a echar en cara es que no cumplen las promesas electorales. Pero si el panorama que se vislumbra es que gane el PP y que pueda haber una mayoría de izquierdas, habrá que gobernar a base de acuerdos y que ninguno podrá llevar a cabo su programa totalmente, habrá que pactar.

Corina: Pero eso también es una pedagogía política importante, hay que aprender que las decisiones políticas tienen mucho que ver con eso, con llegar a acuerdos. No tenemos ninguna cultura de la negociación.

David: Yo creo que la campaña esta vez sí que va a depender de cómo lo hagan, no sé si se puede decir tanto como que va a ser determinante pero, en este caso, sí.

Cristina: Y para aterrizar en temas concretos, ¿qué medidas le pediríais a ese futuro gobierno? Por ejemplo, en el ámbito de la educación.

[quote_right]»Se debería hacer una apuesta clara por la educación a través de un pacto de Estado» [/quote_right]José Luis: Creo que se debería hacer una apuesta clara por la educación, no sé si a través de un pacto de Estado o a través de otro mecanismo. El futuro de cualquier país está en que nos esforcemos en educar a personas que piensen y, mientras no hagamos eso, casi nada tendrá sentido. Me dan igual el resto de cosas que se puedan cambiar pero, si en 30 años hemos cambiado la educación, igual en 30 años hemos conseguido cambiar el resto de cosas.

Lala: Es que nadie habla de eso, de un pacto por la educación.

David: El problema de este país es que salimos siempre como en la media de la tabla en educación. Y este tema de las evaluaciones educativas yo no entiendo por qué se rechaza, porque en todos los ámbitos laborales somos evaluados… ¿Por qué no se va a evaluar a los profesores? Obviamente, el alumno no va a determinar el 100% de la evaluación, contribuye pero también hay otros factores, el equipo de dirección… Es de sentido común. Marina ya ha dicho, ¿cuál es nuestro problema? En las encuestas de interés de la ciudadanía, la educación siempre sale como en la mitad de la tabla. Siempre estamos más preocupados por el paro, la sanidad… Tenemos interés como ciudadanía.

Lala: Yo creo que hay una conciencia ciudadana de que eso es muy importante pero, cuando se plantean los debates educativos, básicamente se hace en términos ideológicos, sin ninguna voluntad de confluencia. Quién da más becas y quién es más progresista… Entonces todo el debate educativo se viene abajo.

pag2-3_perspectiva1_webPepa: Yo creo que el tema de la educación debe ir bastante vinculado a todo el tema de la investigación, dotarla de mayores cuantías económicas puede tener que ver con el momento económico, pero no deberíamos hipotecarla o vincularla de tal manera que caiga como ha caído. España estaba en unos momentos en los que había retorno de investigadores, experiencias punteras… y eso es lo que asegura el futuro, junto con la educación en todos los tramos. Me parece muy importante, porque está ligado al tipo de sociedad y al sistema productivo que vamos a poner en marcha. Y el sistema productivo que después de la crisis estamos poniendo en marcha vuelve a ser la hostelería, el turismo y la construcción. Por eso me parecen fundamentales la investigación, la innovación y el desarrollo.

Cristina: Y, ¿qué otros temas os parecen clave?

Pepa: Yo el tema de fiscalidad lo veo fundamental, los planes de fiscalidad que planteen los partidos

David: Claro, sobre todo porque eso determina la caja que puedas tener para dedicar a políticas sociales.

Cristina: Entonces, ¿qué les pediríamos en cuestión de políticas sociales?

David: ¡Una redistribución de la riqueza a través de los impuestos!

[quote_left]»El sistema tributario es la mejor herramienta que tiene el Estado en su mano para poder trabajar y redistribuir»[/quote_left]Corina: Creo que el sistema tributario es la mejor herramienta para redistribuir, la mejor herramienta que tiene el Estado en su mano para poder trabajar una sociedad con el proyecto político que sea, el color que más le guste. La forma en que tú planteas tu control tributario muestra la sociedad que tú quieres. Y en este país ahora mismo, tras la última reforma fiscal, tenemos el país que el gobierno ha querido, que es un país que no controla los grandes patrimonios ni las grandes empresas, que baja los impuestos a las multinacionales, que no controla el fraude fiscal a según qué nivel y donde están más gravadas las rentas del trabajo que las del capital. Todo el mundo tiene la sensación de que el impuesto es muy malo porque, claro, todos los estamos pagando religiosamente y estás agobiado y las pequeñas empresas están ahogadas y no pueden competir. Las pequeñas empresas están tributando al 20% cuando las grandes empresas están tributando al 1%. Entonces, no tienes que pedir que te quiten los impuestos a ti sino que quienes realmente tienen, paguen.

Lala: ¡Claro, que se recupere un sistema tributario más solidario!

Corina: Sí, hace falta un sistema que realmente sea redistributivo y un control de la evasión fiscal.

David: Y, luego, una parte fundamental son las medidas en pro de la calidad democrática. Ya no sirve solo con votar, hay que establecer mecanismos de control, transparencia y participación.

Lala: Sí, al parecer han desaparecido una serie de mecanismos de control presupuestario -ya desde el PSOE- y no nos enteramos. Entonces yo estoy de acuerdo en que haya unas medidas de control democrático, el que sepamos cómo funcionan los diferentes organismos del Estado. Es fundamental.

Corina: Creo que una cosa importante para pedirle al nuevo gobierno es que tenga una visión de Estado que realmente esté basada en eso, en el Estado. Las medidas que hemos ido teniendo han ido encaminadas a adelgazar el Estado cuanto más mejor. No se trata de que el Estado lo controle todo, sino de que los recursos que, como ciudadanos, estamos aportando reviertan en nosotros. Por que esto que dicen ahora de “que el ciudadano tenga más dinero en el bolsillo para que genere más negocio” no es así, no genera crecimiento, sólo genera movimiento de dinero. Porque si tú pagas menos impuestos porque todo se ha privatizado y tienes más dinero, lo vas a tener que pagar en sanidad, en la matrícula del colegio… No sirve para nada. Adelgazar esa estructura no ofrece un bien público.

David: Y, sobre todo, desde 2010 han salido beneficiados los grandes lobbies y las grandes patronales de los sectores estratégicos que tienen a los gobiernos sometidos. Porque luego, cuando se necesita que compren deuda en países como Qatar, van de la mano porque consiguen grandes contratos. Y por eso se han puesto tantos problemas, por ejemplo, a las renovables.

Corina: En el campo de la energía se toman más decisiones que tienen más que ver con el momento, el lobby y los amigos que tengo en ese momento que con el bien común. Estamos jugando a ciegas porque hay una serie de directivas europeas que tienen un cumplimiento a diez años y que, desde luego, vamos a tener que cumplir. No será más fácil hacerlo poco a poco y llegar a una generación de energía diferente.

Lala: A mí lo que me preocupa –y lo digo desde no tener una propuesta clara y no saber a quién votar claramente– es el tema del modelo productivo. Ahora mismo estamos en un momento en que sabemos que todos los problemas vienen por el lado financiero, todo se mueve desde ese lado. Y el papa nos dice: “No, el dinero no es lo único importante”.

Vale, estamos de acuerdo, pero las propuestas de casi todos los partidos no tienen mucho en cuenta el modelo productivo por el que estamos apostando. ¿Qué queremos ser? Un país de servicios, un país de construcción… ¿Cómo se aborda el tema del paro, que también precisa un pacto de Estado?

Hay cuestiones, como el paro, que precisan grandes pacto de Estado. Otro es la reforma de la administración, la reforma de la Constitución y un pacto por la educación que no se toque en 30 años.

Pepa: Un pacto de Estado por la educación y, muy ligado a él, el ámbito de la investigación. Pero hay una cosa que no va a venir en los programas electorales porque todo esto que estamos hablando intuitivamente marca unos ciudadanos a la defensiva de su sistema político, de las propuestas que le puedan hacer. Porque hay un porcentaje de la ciudadanía que sí se ha quedado en la cuneta. Entonces, como estamos en una situación de mínimos, vamos a intentar arañar que ciertos beneficios no se pierdan. Pero lo que se impone es devolvernos el orgullo de ciudadanía, el sentir orgullo de poder pagar los impuestos porque con eso tengo conciencia de estar colaborando al bien común. Intentar seguir rescatando valores y reivindicarlos.

Corina: Está muy ligado a todo lo vivido con la corrupción: ¿por qué voy a pagar yo si estos están robando a manos llenas? Mis impuestos se los lleva el político de turno en la institución de turno. A nivel de percepción es grave pero, a nivel númerico, son cantidades de risa si lo comparamos con lo que se va por lo mal que se recauda.

Lala: Otro punto debería ser la defensa de lo público, que es de todos, no necesariamente estatal, sino lo que es cada euro que se recauda en este país, que es de los ciudadanos y hay que cuidarlo y respetarlo. Yo creo que hemos ganado en conciencia ciudadana, que podemos exigir.

David: También es una parte muy importante el conseguir mecanismos de separación de poderes y contrapoderes. Ahora cualquier resolución del Tribunal Constitucional y del Supremo es puesta en duda, las instituciones se han dañado, se han deteriorado y el ciudadano no sabe por dónde tirar. Se han devaluado las instituciones.

Pepa: Y fijaos que estamos elevando bastante el tiro, porque hemos arrancado del panorama de los partidos mirando que se han dado pasos en la ruptura del bipartidismo, la irrupción de nuevas opciones que han hecho que los partidos mayoritarios se muevan, pero me parece que lo que estamos hablando es algo que supera unas elecciones inmediatas. Estamos dándonos cuenta del legado que la crisis ha dejado y que va a suponer tiempo para recuperarse. Yo lo que sí que creo es que no deberíamos soportar otra legislatura de mayoría absoluta. Los pactos nos van a obligar a todos a que solamente pactando, debatiendo argumentando, es como se va a poder avanzar.

David: El diálogo es el único camino, aunque eso ha estado como anatema.
[quote_right]»Una línea roja es cómo se abordan los temas de género, los permisos de paternidad y maternidad»[/quote_right]
Cristina: Y, para vosotros, a la hora de votar, ¿hay líneas rojas? ¿En qué cosas os fijáis de los programas y decís “por ahí no paso”?

Lala: Pues yo tengo un problema con eso porque en casi todo tengo líneas rojas… Entonces no sé cuál levantar… [risas]

Cristina: Porque para mí, por ejemplo, una línea roja es cómo abordamos los temas de género, los permisos de paternidad y maternidad…

Corina: Sí y yo lo que pido no es un gobierno paritario por obligación, pero tiene que haber representación de mujeres clara y evidente, no vale con que pongan a dos sino que tienen que estar en el partido y tiene que ser evidente que hay mujeres trabajando en política. Es que es alucinante que los candidatos son todos tíos. Para mí eso es una línea roja.

David: Yo sé claramente a quién no votar y eso es la educación que uno recibe. He nacido en un entorno, me he educado así. Y uno luego busca reflejar los valores que uno tiene y eso es muy difícil: no hay un partido que recoja los máximos que uno puede tener. Entonces votas para el mal menor.

Corina: Claro, pero es que entonces uno va al voto útil y, en realidad, el voto útil es cualquier voto. Porque, en realidad, decir: vamos a votar a este para que no salga el otro…

Pepa: Desde la irrupción de Podemos y quizá ya con una irrupción más clara de Alberto Garzón al haber sido propuesto como líder de su formación, yo reconozco que desde el punto de vista político escucho ecos que tengo en mi corazón y en mi mente con respecto a lo que quiero para la vida política de mi país. Y yo hasta este momento no había escuchado ciertos planteamientos emanados de propuestas políticas ni en el PP ni en el PSOE. Pero ahora mismo yo sí lo tengo claro, la duda la puedo tener entre Podemos e IU pero creo que hay que seguir apostando por esta gente, para que tengan mayor recorrido, para que se puedan hacer más propuestas y podamos ver hasta dónde podemos llegar en esas líneas, porque ya sabemos hasta dónde podemos llegar con las propuestas de los partidos tradicionales.

José Luis: Yo me siento un poco defraudado por los partidos de izquierdas. Han actuado como hienas, según han olido un poco de sangre, se han revuelto entre ellas para llegar al poco de carne que quedaba en el cadáver. Valoro mucho el esfuerzo por la confluencia que se ha hecho desde partidos más pequeños que no llegan a las noticias, pero que son un reflejo mayor de lo que nosotros podemos ser. Y, aunque han terminado presentándose en solitario y estoy seguro de que no tendrán representación parlamentaria, el 20D yo votaré al PUM+J.

David: Y, además, yo creo que, como cristianos, debemos hacer un llamamiento y exhortar a la calidad democrática, que es respetar lo que otro piensa. En algunos sitios se cae en el sectarismo por ambas partes y eso es lo que me aterra: que no podamos debatir sin tener que llegar a enfadarnos en cuestiones como la religión o la escuela. Cuestiones que no se tienen que dar por supuestas.

Lala: Para mí la laicidad es muy importante, aunque sé que es muy poco significativo a la hora de la verdad en el debate electoral. Pero es importante poder tener un debate sereno en el ámbito religioso.

David: Nos falta cultura democrática de aceptar con tranquilidad pensamientos distintos. Sigue ese apasionamiento como si fuera la final de un partido de fútbol y eso me preocupa, porque no hemos conseguido pasar página sobre ciertos aspectos, que no quiere decir olvidar sino mirar hacia el futuro y reconciliar.

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